Ian, una joven promesa del fútbol, fue silenciado por las balas
Ian, una promesa del fútbol que no llegó al final del partido
Sus goles arrancaban aplausos, su velocidad deslumbraba y su sonrisa iluminaba cada entrenamiento. Ian Cárdenas Rivera, de tan solo 17 años, era una de las promesas del fútbol nacional. Con la camiseta número 40 del club Cantolao, había marcado un gol el sábado anterior a su muerte. Era su último partido, sin saberlo. El barrio entero lo lloró.
Una ráfaga de balas apagó sus sueños
La madrugada del martes, Ian regresaba a casa tras una reunión cuando fue atacado por sicarios que dispararon más de 30 veces contra el vehículo donde viajaba. Él y el conductor fallecieron al instante. Las cámaras de seguridad muestran cómo los asesinos rodearon el auto y dispararon sin piedad. La familia no encuentra consuelo ni respuestas.
En su corta vida, Ian había dejado huella. Desde los tres años coleccionaba medallas, camisetas y anécdotas. Era el alma del vestuario, el que ponía la música y sacaba una sonrisa a todos. Su madre lo recuerda con orgullo: "Era mi hijo, mi campeón. Siempre me sentí orgullosa de él".
Sus compañeros del Cantolao lo despidieron en la cancha del barrio donde creció. Hicieron la última arenga en su nombre, como lo hacían antes de cada partido. Su camiseta cuelga ahora sola en el vestuario, como símbolo de lo que pudo ser y no fue.
El fútbol lo despidió como a un héroe
El equipo le rindió homenaje en su siguiente partido. Camisetas con su rostro, arengas al cielo y un ataúd cargado por amigos que aún no creen lo que pasó. Su madre le dio el pase simbólico para que hiciera el último gol. Pero la justicia aún no llega. ¿Quién le disparó? ¿Por qué? Son preguntas que retumban entre lágrimas y balones en silencio.