Hoy se celebra el día del anticucho en todo el Perú
Cada tercer domingo de octubre, el Perú celebra el Día del Anticucho, un plato criollo que combina tradición, sabor y cultura popular en cada palito de corazón.
Las brasas se encienden, el ají panca se activa, y el corazón –en palito– comienza a contar historias. En cada esquina, en cada parrilla improvisada, en cada rincón con humo sabroso, el Perú celebra hoy el Día del Anticucho. Una fecha que honra el sabor, la cultura y la identidad criolla que arde con fuerza cada tercer domingo de octubre.
Más que un plato, el anticucho es un ritual. Desde las recetas heredadas de abuelas hasta las innovaciones de jóvenes cocineros, este ícono de la gastronomía peruana une generaciones, paladares y memorias.
¿Qué representa el anticucho para el Perú?
El anticucho no es solo carne al fuego. Es símbolo de encuentro, de calle y de tradición. Desde hace décadas, este plato ha sido parte esencial de la cocina popular peruana. Las brasas, el carbón y ese inconfundible aroma a aderezo de casa recorren los barrios anunciando que el corazón también se come.
Cada palito se transforma en una historia familiar, en una celebración colectiva, en un motivo más para compartir. Por eso, hoy no es un domingo cualquiera. Es el día donde el corazón criollo se sirve en platos sencillos, pero llenos de vida.
¿Quiénes mantienen viva esta tradición?
Una de las más reconocidas es la anticuchería Rosita, donde la receta nació con la madre de la actual dueña y hoy ya es seguida por hijos y nietos. Más de 20 años en las calles de Lima dan testimonio de una sazón que no se apaga. Su parrilla humeante y su clientela fiel son parte del paisaje gastronómico de la ciudad.
“Si no hacemos las cosas con amor, no salen igual”, dicen. Y basta ver la fila frente a su puesto para entender que cada palito lleva más que carne: lleva corazón, historia y mucho sabor.
¿Cómo reaccionan los comensales ante este plato?
En el Día del Anticucho, las familias salen completas. Algunos lo esperan desde temprano, otros aprovechan para probar por primera vez. “Aquí el corazón es como el suyo”, bromean entre bocados. Es un plato que no distingue edades ni bolsillos. Reúne a oficinistas, estudiantes, vecinos y turistas.
Clientes habituales piden doble ración. Parejas comparten porciones mientras los niños eligen entre anticucho o chicharrón. Entre risas y humo, se forma una comunidad donde solo importa una cosa: comer rico.
¿Qué nuevas versiones están conquistando paladares?
En El Rincón de Manolo, la innovación es parte del menú. Desde los tradicionales anticuchos, han nacido nuevas versiones como los anticuchos a la huancaína, al pesto y mixtos. Imanol Sandoval, su creador, aprendió desde niño gracias a su abuela, y hoy honra esa enseñanza combinando sabor y memoria.
Otra opción diferente son los tequeños de anticucho del local Corazón Contento. Pulpa de corazón aderezada, dorada y envuelta en masa wantán. Una fusión que nació del pedido de un cliente y que hoy acompaña perfectamente al pisco sour.
¿Qué ingredientes hacen único a este plato?
Además del corazón, la clave está en los aderezos. Anticucheros como David Espiñal revelan que el secreto es el proceso artesanal: corazón importado, macerado por horas, y especias tostadas y molidas en casa. Ají panca, ajo, comino y pimienta en su punto justo hacen la diferencia.
Cada vuelta del palito en la parrilla tiene su tiempo. Cuando la grasa cae y prende la llama, es señal de que está por llegar esa mezcla perfecta de suavidad, crocantez y picante controlado. Es el lenguaje del fuego.
¿Qué promociones se ofrecieron en esta fecha?
Locales como Corazón Contento y El Rincón de Manolo lanzaron ofertas especiales. Descuentos del 50%, platos a 19 soles y combos familiares marcaron la jornada. En medio de una economía ajustada, los anticucheros apostaron por celebrar a lo grande, pero sin afectar el bolsillo del comensal.
Muchos puestos extendieron su horario. Algunos incluso llevaron música en vivo. La idea era clara: convertir esta fecha en una verdadera fiesta nacional del sabor.
¿Qué significa realmente celebrar el Día del Anticucho?
Es una forma de decir que estamos aquí, que resistimos, que celebramos lo nuestro. En tiempos difíciles, el anticucho se vuelve símbolo de esperanza. Entre brasas y palitos, entre humo y familia, el Perú encuentra una excusa más para estar unido.
Porque donde hay anticucho, hay barrio. Donde hay barrio, hay gente. Y donde hay gente reunida comiendo con las manos, hay una patria latiendo fuerte.