Escolares cruzan frontera en Santa Rosa para estudiar en Brasil

Cruzando el Amazonas en busca de educación. En el distrito de Santa Rosa, ubicado en la triple frontera, los escolares peruanos viven una realidad que los lleva a mirar más allá del territorio nacional. Cada mañana, cruzan el río Amazonas rumbo a Tabatinga, en Brasil, para asistir a clases en escuelas que les ofrecen una alternativa educativa más sólida.

La falta de recursos en el único colegio local ha motivado a decenas de familias a tomar esta decisión. En apenas 10 minutos, las embarcaciones que parten de Santa Rosa llevan a los niños a los colegios Joao Carlos Pereira y Xavier de Alencar, donde las clases se imparten en portugués y también en español.

¿Por qué los escolares peruanos cruzan la frontera para estudiar?

Aunque Santa Rosa cuenta con un colegio fundado hace más de 60 años, padres de familia aseguran que los recursos no siempre alcanzan para cubrir las necesidades de todos los niños. Por ello, muchos optan por enviar a sus hijos a escuelas del lado brasileño, donde consideran que la infraestructura y el servicio educativo son más completos.

Esta dinámica se ha convertido en parte del día a día para los estudiantes y sus familias, que buscan asegurar un mejor futuro pese a las distancias y las barreras lingüísticas.

¿Cómo es la experiencia educativa en Brasil para estos niños?

En las escuelas de Tabatinga, los escolares peruanos reciben clases en dos idiomas: portugués y español. Este enfoque les permite adaptarse rápidamente al entorno sin perder su vínculo con la lengua materna.

Los padres destacan que, además del idioma, sus hijos se benefician de una enseñanza más diversificada y con mejores recursos. A pesar de las diferencias culturales, los niños se integran con naturalidad y viven esta experiencia como parte de su cotidianidad.

¿Qué características tiene el único colegio de Santa Rosa?

En Santa Rosa solo existe una institución educativa, donde actualmente estudian 743 alumnos en los niveles inicial, primaria y secundaria. El colegio, que ha funcionado por seis décadas, atiende a niños de distintas comunidades del distrito.

A pesar de su valor histórico y el esfuerzo del personal docente, la escuela enfrenta limitaciones logísticas y presupuestales que impiden ofrecer cobertura total a la población escolar.

¿Qué dice esta historia sobre los desafíos educativos en zonas de frontera?

El caso de Santa Rosa refleja las dificultades que viven miles de peruanos en zonas fronterizas, donde el acceso a servicios básicos como la educación depende muchas veces de la colaboración con países vecinos. Sin importar las líneas divisorias, estas familias priorizan la formación de sus hijos y buscan oportunidades donde las encuentren.

Para estos estudiantes, cruzar la frontera no es un acto excepcional, sino una rutina diaria que simboliza su deseo de salir adelante.