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20.07.2025

Cae cabecilla de 'Los Chuckys de Manchay' que reclutaba menores

Foto y video: América Noticias

Durante años, su organización sembró el miedo en Lima Este. Alias El Bryan hoy está tras las rejas.

Durante años, su nombre generaba miedo en Lima Este. Hoy, alias El Bryan, el cabecilla de Los Chuckys de Manchay, fue capturado por agentes de la División de Robos de la Dirincri. Su caída marca un fuerte golpe contra el crimen organizado en la capital.

Este delincuente, cuya banda operaba en Manchay, Lurín, La Molina y Pachacámac, no solo lideraba extorsiones y asesinatos: también reclutaba a menores de edad para convertirlos en criminales al servicio de su organización.

¿Cómo eran usados los menores de edad por esta organización criminal?

La estructura liderada por Bryan Jesús Campos Peralta se sostenía sobre una base macabra: la incorporación de adolescentes de entre 14 y 16 años para ejecutar amenazas y extorsiones.

A los menores se les grababa dictando mensajes de advertencia para exigir pagos ilegales. En los audios, obtenidos tras la intervención de los teléfonos de la banda, se escucha cómo exigían dinero bajo amenazas de muerte. Eran entrenados para manejar armas, intimidar y obedecer órdenes violentas.

Los niños eran usados como piezas desechables del crimen, manipulados por adultos que les prometían dinero, respeto y poder en los barrios dominados por los Chuckys. Eran enviados a cobrar cupos, marcar objetivos o incluso amenazar a empresarios con granadas y ráfagas de fuego.

¿Quién era alias El Bryan y por qué lo temían?

Su verdadero nombre es Bryan Jesús Campos Peralta, pero en la calle se le conocía como El Bryan, El Doctor o simplemente alias Brian. Durante años, fue considerado el rostro del terror en Lima Este, donde su palabra era ley y sus órdenes se cumplían con plomo.

Este personaje construyó un imperio criminal desde muy joven, con un prontuario que incluye estancias en los penales de Cañete y San Juan de Lurigancho. A pesar de haber salido en libertad, mantenía una requisitoria vigente por homicidio calificado, y era buscado por múltiples casos de extorsión violenta.

¿Cómo cayó finalmente alias El Bryan?

Su captura fue posible gracias a un operativo encubierto realizado por la División de Robos de la Dirincri. Bryan intentaba pasar desapercibido, con el rostro cambiado y varios kilos de más, pero su esencia criminal seguía intacta.

Cayó mientras lavaba su camioneta en un local de Santa Anita, sin saber que los encargados no eran trabajadores reales, sino policías infiltrados que ya le seguían la pista desde hace meses. 

¿Dónde operaba la banda de Los Chukys de Manchay?

La banda se había expandido peligrosamente por Manchay, Lurín, Pachacámac y La Molina, donde dominaban con amenazas, asesinatos y cobros extorsivos a comerciantes.

Su lema era claro: “pagan o mueren”. Iban tras cualquier persona que generara ingresos: empresarios de obras, comerciantes, dueños de terrenos. Si alguien se negaba a pagar, las represalias eran inmediatas: disparos contra sus casas, explosiones o incendios provocados.

¿Qué culto oscuro profesaban los Chukys?

Uno de los aspectos más perturbadores del grupo criminal era su conexión con el culto al muñeco diabólico Chucky, símbolo que usaban como amuleto y figura de poder.

En sus escondites, la Policía encontró altares con velas, billetes y figuras del muñeco, al que rendían tributo antes de ejecutar crímenes. El muñeco no era una simple figura decorativa: era parte central del imaginario violento con el que adoctrinaban a sus nuevos integrantes.

¿Quiénes eran los hombres de confianza de El Bryan?

Entre sus principales operadores estaba Rutman Casabona Carhuavilca, alias El Chato, considerado su brazo derecho y ejecutor de confianza. Era temido en el mundo del hampa por su historial violento y su rol como reclutador de menores.

Junto a su hermano Gian Piero, El Chato enseñaba a los adolescentes a cargar pistolas, apuntar y actuar sin miedo. Era él quien manejaba la tropa joven de los Chukys, incluso grabando y subiendo videos a redes sociales desde fiestas armadas donde las balas eran parte del espectáculo.

¿Qué dijeron las autoridades tras la captura?

El coronel Juan Carlos Montufar, jefe de la División de Robos de la Dirincri, señaló: “Es un sujeto que lideraría una organización criminal activa, vinculada a homicidios y casos de extorsión recientes”.

Además, precisó que la organización tenía conexiones regionales y una red de apoyo logístico, donde los implicados se movían con vehículos, armas y logística pesada. Se estima que manejaban miles de soles semanales producto del cobro de cupos.

¿Cuál fue la reacción del detenido?

Durante su captura, Bryan Campos negó las acusaciones. Declaró: “Soy inocente, me están acusando por tonterías, soy conductor”. Sin embargo, la evidencia en su contra era contundente: videos, audios, antecedentes, requisitorias activas y testimonios.

Su actitud durante la intervención fue diferente a la de sus épocas de dominio: evitó mirar las cámaras y bajó la cabeza. La imagen desafiante del cabecilla se desvanecía frente a las esposas.

¿Qué representa esta captura para Lima Este?

La caída de alias El Bryan representa un hito para la lucha contra el crimen en Lima Este. El desmantelamiento parcial de Los Chukys de Manchay abre una brecha en una de las estructuras más violentas de los últimos años.

Si bien la organización aún mantiene elementos activos, la detención de su líder máximo y sus principales operadores debilita su capacidad de acción. Las autoridades continúan tras la pista de otros miembros.

 

  • Alias El Bryan, líder de Los Chukys, fue capturado en Santa Anita.

  • Reclutaba menores de entre 14 y 16 años para extorsiones.

  • Operaba en Manchay, Lurín, Pachacámac y La Molina.

  • Exigían cupos a empresarios y comerciantes mediante amenazas.

  • La banda rendía culto al muñeco diabólico Chucky.

  • Su brazo derecho era alias El Chato, encargado de entrenar adolescentes.

  • La Dirincri realizó un operativo encubierto para capturarlo.

  • Tenía requisitoria por homicidio calificado y vínculos con extorsión.

  • Durante su detención negó los cargos y se mostró evasivo.

  • Su caída marca un duro golpe al crimen organizado en Lima Este.

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