Bomberos alertan que obstáculos como macetas y bolardos dificultan atender emergencias en el Centro Histórico de Lima. Según indicaron, elementos instalados recientemente por la Municipalidad de Lima, como rejas, cadenas y bolardos, impiden el libre paso de las unidades de emergencia.

De acuerdo con Jorge Canal, jefe de la primera brigada de la cuarta comandancia de Lima Centro, llegar a tiempo a los siniestros se ha convertido en un problema constante debido a la colocación de estos elementos. En zonas como el jirón Ica con Huancavelica, los accesos están bloqueados al 100%, lo que imposibilita el paso de cualquier vehículo de emergencia.

¿Qué obstáculos enfrentan los bomberos en el Centro de Lima?

Los bomberos deben empujar vallas o mover grandes macetas para poder avanzar. Según testimonios recogidos en el lugar, el tamaño de los vehículos de más de tres metros de ancho y la presencia de ambulantes complican aún más el desplazamiento. Esta situación les hace perder minutos valiosos al momento de atender un incendio o cualquier otro tipo de emergencia.

Además, los bomberos aseguraron que los obstáculos han sido colocados sin previo aviso. “De la noche a la mañana aparecieron instalados y nosotros no teníamos conocimiento de nada”, afirmó el brigadier Jorge Canal.

¿Qué dice Prolima sobre la peatonalización?

Desde el Programa Municipal para la Recuperación del Centro Histórico (Prolima), el subgerente Carlos Vega explicó que las macetas han sido reubicadas con una separación de cinco metros entre cada una. Añadió que la disposición fue verificada junto a la Fiscalía de Prevención del Delito y el Cuerpo General de Bomberos.

Prolima afirmó que se ha llegado a un consenso con el Comandante Nacional de Bomberos para mejorar la peatonalización sin comprometer la seguridad. No obstante, voceros de los bomberos indican que no fueron incluidos en dichas coordinaciones previas.

¿Cuál es el impacto en la atención de emergencias?

Los bomberos advirtieron que los incendios en el Centro de Lima son frecuentes y que cada minuto de retraso compromete vidas. El tiempo de respuesta actual oscila entre 10 y 15 minutos. Por ello, insisten en establecer una mesa de diálogo con las autoridades municipales para encontrar soluciones conjuntas.

La seguridad ciudadana, recalcan, debe estar por encima de cualquier modificación urbana que limite su labor. “Hay que sopesar eso en la balanza”, indicó Canal, al referirse a la necesidad de priorizar la atención rápida a las emergencias.