Ate: Demuelen negocios y casas para recuperar espacios públicos
Tras más de 30 años de ocupación, las municipalidades de Lima, Ate y La Molina ejecutaron la demolición de construcciones ilegales en Separadora Industrial. El espacio será convertido en parque y vía rápida
La avenida Separadora Industrial, entre Ate y La Molina, comenzó a cambiar su historia. Luego de más de 30 años de ocupación ilegal, las autoridades municipales demolieron más de 150 predios que invadían esta vía pública, convirtiéndola en un espacio colapsado por negocios informales.
El operativo fue ejecutado por la Municipalidad de Lima con el apoyo de Ate y La Molina. Se intervinieron construcciones que ocupaban cerca de 200 metros lineales y hasta 60 metros de ancho de vía pública. Estos espacios, originalmente parte de un parque, fueron convertidos en comercios y viviendas sin autorización.
Los comerciantes no opusieron resistencia. Muchos retiraron sus objetos días antes. Algunos predios estaban construidos con material noble, y se hallaron desde autopartes y motores hasta balones de gas y oxígeno. La mayoría de negocios funcionaba sin licencia y con conexiones clandestinas.
Además, la municipalidad había clausurado estos locales el año pasado, pero las actividades continuaron. Por eso se determinó recuperar el espacio de forma definitiva.
Tras el operativo, se iniciará la creación de un parque lineal y, a futuro, parte de un tercer anillo vial que beneficiará al distrito y servirá como ruta clave para los Juegos Panamericanos.
¿Qué pasará con el espacio demolido en Separadora Industrial?
Se plantarán árboles y se creará una alameda para devolver el uso público del terreno. Luego se desarrollará un proyecto vial que conectará La Molina con Salamanca, Ceres y otras zonas, descongestionando el tránsito en la capital.
El nuevo anillo vial será clave para el transporte y la infraestructura de los Juegos Panamericanos.
¿Cómo fue la demolición de los predios ilegales?
Más de 150 predios fueron demolidos sin resistencia. La policía montada, fiscalización y maquinaria pesada se encargaron del operativo. Los vecinos apoyaron la medida, cansados del desorden y riesgo de accidentes.
Las autoridades garantizaron apoyo a quienes cumplan con regularizar sus actividades en otros espacios autorizados.
En conclusión, vecinos de la zona aseguran que vieron crecer las construcciones ilegales durante más de 30 años sin intervención. Hoy celebran la recuperación del espacio y esperan que se mantenga la vigilancia para evitar nuevas invasiones.