Ataque en restaurante de La Molina reabre alerta por violencia
Un empresario embistió su camioneta contra un restaurante en La Molina. Tres personas resultaron heridas. Fiscalía investiga intento de homicidio
Una noche de terror vivieron los clientes y trabajadores del restaurante Charrúa en La Molina, cuando un hombre embistió su camioneta contra el local, dejando tres personas heridas. El agresor fue identificado como Miguel Ángel Requejo, un empresario de 51 años vinculado al rubro del acero, con antecedentes por violencia.
Los hechos ocurrieron el miércoles 2 de julio cerca de la medianoche. Según testigos, Requejo fue retirado del establecimiento tras agredir a comensales y personal del restaurante. Sin embargo, regresó minutos después a bordo de su camioneta y la estrelló directamente contra el ventanal donde cenaban varios clientes.
El agresor tiene antecedentes de violencia
La agresión no fue un hecho aislado. Requejo cuenta con denuncias anteriores: en febrero de 2023 protagonizó un altercado en un spa, y en 2014 fue denunciado por golpear a una mujer en su edificio. Además, en 2017 habría presentado un certificado de salud mental falso para renovar su licencia de arma de fuego, la cual fue finalmente cancelada por Sucamec.
Durante su intervención policial, se encontró que tenía 0.36 gramos de alcohol por litro de sangre. La Fiscalía ha iniciado una investigación por los presuntos delitos de homicidio calificado en grado de tentativa y omisión de socorro.
El caso reabre el debate sobre salud mental y violencia urbana
Este nuevo ataque ha vuelto a encender la alerta sobre la violencia urbana y el estado de la salud mental en el país. Especialistas advierten que comportamientos agresivos como el de Requejo pueden tener raíces en problemas emocionales no tratados, consumo excesivo de alcohol o autoestima distorsionada.
El Ministerio de Salud informó recientemente que el consumo de alcohol ha aumentado durante 2024, y que se proyectan cifras similares para el 2025. Este entorno puede agravar episodios de agresión, especialmente cuando se suman factores como estrés, frustración o acceso a recursos que generan sensación de impunidad.
El empresario se encuentra actualmente bajo investigación, mientras una de las víctimas continúa hospitalizada. El caso genera preocupación sobre los mecanismos de control, prevención y atención de la violencia en espacios públicos, así como la necesidad urgente de reforzar la salud mental como política prioritaria.