Víctimas del arrepentimiento: Ex narcoterroristas colaboran con la justicia

La historia de pioneritos que ahora cambiaron sus vidas

Foto: Cuarto Poder

Raulito es un expionero que creció, se educó y trabajó en los campamentos terroristas de los Quispe Palomino en el Vraem. Su colaboración y la de otros es clave para ponerle fin al narcoterrorismo en esta convulsionada zona.

Su objetivo era empuñar armas planear emboscadas y asesinar a policías y militares hasta que se dio cuenta de que más allá de los campamentos había un mundo diferente.

Fue capturado en 2017 y llegó a un acuerdo con la Fiscalía para dar colaboración sobre todo lo que sabía. 

A ellos les hacen repetir una y mil veces marxismo, leninismo, maoismo y forman a los futuros terroristas.

Los colaboradores seguirán siendo claves para ponerle fin a esta guerra, merecen atención y sobre todo protección. Mientras los enfrentamientos continúen la selva seguirá poblada de historias y sonidos que son ajenos.

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