Tras una ardua búsqueda e incesantes vigilias, por fin, liberaron a la menor de 12 años, que fue secuestrada cuando iba a bordo de una miniván escolar. La pequeña Valeria, ahora, se encuentra sana y salva, al lado de sus padres.
Se fundieron en un interminable abrazo. Una pesadilla llegaba a su fin. Padre e hija se encontraron luego de 6 días de un angustiante cautiverio. La pequeña Valeria regresó a casa del que fue arrebatada. En un inicio se mostraba temerosa, solo el amor de sus seres queridos la reconfortaba, pero, a las horas de sentirse a salvo, dejó ver en su rostro, una gran sonrisa que demostraba su felicidad.
Fueron cámaras de seguridad que captaron los movimientos de los criminales, quienes, según la policía, conocían muy bien la ruta, de la movilidad en la que iba la menor de 12 años. Eran las 13 con 49 cuando se ve pasar el vehículo escolar que, minutos antes, había salido de la institución educativa, pero detrás no iban los captores. Es cerca a la casa de la víctima que, nuevamente, se observa a la miniván. Es ahí, donde los secuestradores empiezan el seguimiento. Seis minutos antes pasa el transporte de los delincuentes por el lugar.
Otra imagen registra cómo los secuestradores bajan la velocidad y se posicionan detrás de su blanco. Ellos iban a bordo de un vehículo con placa clonada. Doblan por una calle y es en menos de cinco minutos se habrían llevado a la pequeña Valeria. Como se percibe, la movilidad donde iba a bordo la niña y sus amigos se encontraba al frente de su domicilio. Momentos de horror que, ahora, se han convertido, tan solo, en un mal recuerdo para esta familia.
Para los criminales, tres millones de soles valía la vida de Valeria. Los secuestradores les enviaron este mensaje a los padres, donde lucía su uniforme de colegio, tenía la cabeza tapada y las manos atadas. Fueron días de vigilia en la casa, en el colegio. Y es que todos pedían la liberación de Valeria. Amigos, vecinos y familiares unidos por un hecho que había conmocionado a todo el Perú.
Estas fueron algunas de las últimas instantáneas días antes del secuestro. Se veía contenta junto a sus compañeros de sexto año, fotografiándose para el anuario, pues, este año dejaba la primaria para iniciar otra aventura escolar al lado de sus compañeros de pupitre.
Ahora, se sabe que el hombre detrás de este despiadado rapto sería Erick Luis Hernández Moreno, alias El Monstruo. Un sujeto de 32 años con un rosario de delitos que habría empezado su vida criminal a muy corta edad. Un peligroso cabecilla que viene operando en el distrito de Comas.
Él, también, habría estado involucrado en el secuestro, de hace un mes, de Lucero Trujillo, una ingeniera industrial de 27 años e hija de un empresario de frigoríficos. Usaron la misma modalidad, siguiendo a su víctima, a quien se ve que se distrae por unos segundos con su celular. Y es muy cerca de su empresa, donde estos sujetos toman velocidad y realizan el rapto. Por su liberación, estos avezados delincuentes pedían 2 millones de dólares.
Además, alias El Monstruo, sería el autor intelectual de las extorsiones, en el distrito de Comas, del ataque a un hostal, donde falleció una joven contadora, a manos de uno de los sicarios de este sujeto. También, estaría vinculado al asesinato del suboficial Cauti, quien era un policía de la División de Secuestros, el cual, fue impactado por una bala cuando realizaba una liberación de unos empresarios, hace un par de años atrás. Sin duda, este hablamos de un criminal de armas tomar, y al que la policía ya le viene pisando los talones.
Fueron dos secuestros en menos de una semana. Ambos con la suerte de una liberación. Tan solo, unos días antes del encierro que vivió Valeria, lo que se creía, era una desaparición, terminó siendo un rapto. Un joven que había celebrado, hace poco, sus 18 años, se convirtió en víctima de unos secuestradores que les enviaron a sus familiares un video exigiéndole 10 millones de soles. Por lo que los agentes vienen investigando si este caso guardaría relación con el de la menor de 12 años, el de la ingeniera industrial y el del hijo de un empresario avícola.
Tanto Valeria como Lucero fueron encontradas en descampados en el cono norte. Las dos lucían prendas distintas a las que portaban cuando fueron privadas de su libertad y por ambas los criminales exigían casi la misma cantidad. Atrás, quedaron las vigilias y las horas de desesperación. Ahora, los seres queridos de Valeria celebran tenerla nuevamente junto a ellos. Su cariño se vio reflejado en la madrugada de su rescate.
Luego de días de angustia, la pesadilla llegó a su fin, para Valeria y su familia. Para una pequeña, que después, de un inhumano encierro, corrió a los brazos de sus padres en busca de ese amor incondicional.
