Túneles históricos: Las fugas más sonadas de cárceles de máxima seguridad

En 1990 Victor Polay Campos y 47 miembros del MRTA atravesaron un túnel de 250 metros para fugarse del penal Castro Castro

A casi ocho metros de profundidad, Polay volvió a la clandestinidad. Foto: América Noticias

El subsuelo fue el camino que llevó a la victoria, pero también a dos de las fugas más impactantes de todos los tiempos. En 1990, Victor Polay Campos y 47 miembros del terrorista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) atravesaron un túnel de 250 metros que conectaban la prisión con la libertad.

Al amanecer del 9 de julio, se descubrió que el líder sedicioso y miembros de su núcleo, consiguieron salir del penal Miguel Castro Castro a través de una vía subterránea de concreto y madera hasta una vivienda desde la que hicieron la excavación durante casi un año.

A casi ocho metros de profundidad, Polay volvió a la clandestinidad, en la que se mantuvo hasta junio de 1992, cuando fue recapturado; hoy paga 35 años de prisión.

Otro túnel, otra vez el MRTA al final de él, pero esta vez, para alcanzar uno de los rescates más impresionantes en el mundo. En diciembre de 1996, Néstor Cerpa Cartolini y un grupo de 13 subversivos tomaron la residencia del embajador de Japón en San Isidro. Durante cuatro meses mantuvieron cautivos a 72 rehenes.

Las negociaciones fracasaron una y otra vez, el gobierno de Alberto Fujimori decidió ejecutar la operación militar que incluía construcción de una réplica y la excavación de un túnel, cuya obra se disimuló con el sonido de marchas militares. Mineros trabajaron día y noche en la construcción, asemejando los templos de Chavín de Huántar. 

El 22 de abril de 1997, luego de 126 días de secuestro el comando de 148 hombres ingresó a la residencia y aniquiló la amenaza terrorista. 71 cautivos fueron rescatados, el magistrado Carlos Giusti y los comandos Juan Valer y Raúl Jiménez fallecieron en cumplimiento del deber.

El narcotraficante más peligroso del mundo, Joaquín Guzmán Loera, el "Chapo", abandonó la cárcel de alta seguridad del Altiplano, en la ciudad de México, en la cual era vigilado las 24 horas del día.

El 11 de julio de 2015, el Chapo se ubicó en un punto ciego sobre las duchas y escapó. Cuando los agentes reaccionaron, ya había cruzado un kilómetro y medio de excavación utilizando una motocicleta; el líder del cártel de Sinaloa tuvo tiempo para cambiarse y escapó por segunda de vez de una penitenciaría supuestamente impenetrable.

El ocho de enero de 2016, Guzmán fue recapturado, y en 2017 extraditado a Estados Unidos. Actualmente se encuentra en la cárcel ADX en Colorado, llamada la Alcatraz de las Montañas Rocosas, con una condena de cadena perpetua más otros 50 años por violencia con armas y lavado de activos.

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