Tropas en marcha

Un repaso por los grupos ciudadanos armados que fueron legitimados por distintos gobiernos

Foto: AN

El siglo XX vio emerger ingeniosas formas de represión estatal. En Cuba, el comandante Castro formó en 1960 los Comités de Defensa de la Revolución, células que fueron los ojos y oídos del régimen.

En Bolivia, los llamados Ponchos Rojos se consideran una fuerza de choque leal al expresidente Evo Morales. Ellos aseguran ser un frente de reivindicación social.

En Venezuela surgieron los Colectivos de Coordinación Comunitaria, civiles armados que tienen respaldo legal, constitucional y  político de Nicolás Maduro para reprimir opositores.

En Nicaragua, paramilitares afines al presidente Daniel Ortega también emergieron para reprimir a la población descontenta con el régimen sandinista.

La existencia de grupos paramilitares también llegó al país con el grupo Colina y sus asesinatos selectivos en los 90.

En Colombia, la ultraderecha y algunos sectores fomentaron la movilización de las Autodefensas Unidas, que formaron parte del conflicto armado bajo la premisa de combatir la insurgencia y mataron a más de 90 000 personas.

Estas son viejas formas políticas para dotar de autoridad ilegítima a organizaciones violentistas afines a los poderes de turno y así minar la democracia desde dentro.

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