PNP desarticula red criminal que extorsionó orquestas musicales

Las orquestas de salsa y cumbia más conocidas del país no solo enfrentaban el reto de subir al escenario. También convivían con una amenaza invisible que marcaba cada presentación con miedo y extorsión.

Durante meses, agrupaciones musicales fueron víctimas de una organización criminal que operaba en Lima norte y otros distritos, exigiéndoles dinero o presentaciones gratuitas bajo amenazas directas. Hoy, la Policía Nacional del Perú logró desarticular esa red.

El operativo de la Dirección de Investigación de Ciberdelincuencia permitió identificar a los responsables: los hermanos Jen Pierre y Jen Pool Ortega Valverde. Ambos usaban una estructura bien organizada para imponer pagos de hasta 800 soles por concierto.

Enviaban mensajes con amenazas, mostraban armas y decían estar ligados a peligrosos delincuentes para infundir miedo. El golpe policial también dejó al descubierto el uso de identidades falsas y vínculos con otros crímenes en el ambiente musical.

¿Cómo operaba la red criminal que extorsionaba músicos?

La banda criminal contactaba a los representantes de orquestas mediante redes sociales o mensajería instantánea. Les exigían presentaciones sin pago o les cobraban cuotas por cada actuación. Quienes se negaban recibían videos de armas, imágenes de granadas y advertencias contra sus familiares. Según testimonios, incluso les enviaban fotografías de sus hijos o padres para presionar el cumplimiento de las amenazas.

Los mensajes eran enviados desde cuentas vinculadas a los cabecillas, que coordinaban los cobros mediante transferencias digitales o pagos en efectivo.

¿Qué orquestas fueron víctimas de las amenazas?

Entre las agrupaciones afectadas figuran N’Samble, Los Babys de la Cumbia, Cocoliso, León y su Tripulación, Los Babys Junior y El Chorrillano. En total, la Policía identificó a siete orquestas que fueron sometidas por la organización. Las amenazas también alcanzaron a locales como La Taberna y Casa de la Comedia, donde se realizaban conciertos o eventos bailables.

Algunas bandas aceptaron tocar sin cobrar. Otras, ante el miedo, accedían a pagar las sumas impuestas por los extorsionadores.

¿Quién es alias “El Jorobado” y cómo usaban su nombre?

Para sembrar terror, los extorsionadores utilizaban el nombre de Adam Smith Lucano, alias El Jorobado. Este sujeto es conocido por su historial delictivo y su enfrentamiento con otros criminales como alias El Monstruo. Aunque no tenían vínculo directo con él, los hermanos Ortega simulaban tener conexiones con El Jorobado, haciéndose pasar por sus emisarios o aliados para imponer autoridad.

Las víctimas, al reconocer ese nombre, creían estar enfrentando a una organización mucho más violenta de lo que en realidad era.

¿Qué pruebas halló la Policía durante el operativo?

Durante la intervención, los agentes incautaron celulares con mensajes extorsivos, videos con amenazas, libretas de cobro, réplicas de armas y cartuchos de municiones. También se encontraron imágenes donde los implicados manipulaban armas frente a la cámara, como método para reforzar el miedo. En los equipos electrónicos había registros de transferencias, pagos por Yape, y geolocalización de víctimas.

Se hallaron además dispositivos que permitían acceso a cuentas bancarias, redes sociales y datos personales de los artistas.

¿Qué relación tiene la banda con crímenes recientes?

La Policía no descarta que esta red esté vinculada al asesinato del cantante Johan Mora y la bailarina Ariana Cañola. Ambos fueron asesinados tras una presentación en el Callao. En el interrogatorio, uno de los cabecillas insinuó que Johan Mora habría participado también en actividades de extorsión, abriendo una nueva línea de investigación que aún no ha sido cerrada.

La Fiscalía evalúa si estos crímenes fueron ajustes de cuentas dentro del entorno criminal o represalias.

¿Cómo recibían el dinero las cuentas de la red?

La organización usaba cuentas prestadas para recibir los pagos. Una mujer y una menor de edad están siendo investigadas por haber cedido sus cuentas bancarias. Los pagos llegaban por Yape, transferencias a agencias o depósitos directos. Según las autoridades, cada concierto tenía un precio impuesto por los criminales, que incluso rastreaban movimientos bancarios para asegurarse del cumplimiento.

En los dispositivos intervenidos se encontraron listas con nombres de víctimas, fechas de pagos y montos exigidos.

¿Qué zonas estaban bajo el control de los extorsionadores?

Los cabecillas operaban principalmente en distritos como San Juan de Lurigancho, San Martín de Porres y Comas. Allí se concentraban la mayoría de presentaciones musicales y locales de entretenimiento. Los extorsionadores imponían su control en las zonas donde las orquestas solían presentarse, y cada evento debía ser aprobado o pagado.

La caída de los líderes marca un paso importante en la lucha contra las extorsiones en el ámbito artístico.

• Policía desarticuló red que extorsionaba a orquestas musicales.
• Usaban el nombre de alias El Jorobado para infundir miedo.
• Siete agrupaciones y cinco locales fueron amenazados.
• Los pagos se hacían vía Yape o cuentas prestadas.
• Hallaron armas, libretas, celulares y pruebas digitales.
• Se investiga su vínculo con dos asesinatos recientes.
• Los cabecillas fueron identificados como hermanos Ortega Valverde.