Piura: La violencia entre los grandes grupos comuneros de Sechura

La codicia de quienes quieren sacar provecho de la riqueza en estas tierras no tiene límites

Las balas rozaban a los comuneros mientras corrían por su vida. Foto: Cuarto Poder

La balacera ocurrió hace tan solo unos días, el 29 de septiembre, en el campamento de la mina de sal en Piura. Las balas rozaban a los comuneros mientras corrían por su vida.

Sino fuera porque la camioneta de los pistoleros quedó atollada en un cúmulo de arena, hubieran escapado de la Policía, llevándose en la tolva el cuerpo sin vida de Joel Franklin Pazo Tume, un trabajador de la mina de sal.

Tras ser detenidos, los atacantes pasaron a la fiscalía y luego un juez dictó prisión preventiva para ellos como autores materiales de este asesinato. Ese mismo día, otros hampones fueron capturados por comuneros de Sechura, desnudados, masacrados y paseados por las calles. EL pueblo, enardecido, estaba dispuesto a hacer justicia con sus propias manos.

Más de 15 días después de su muerte, la familia de Joel Pazo Tume, continúa sin superar el dolor de su partida. Joel era padre de un niño de 10 años, esposo, hermano e hijo mayor de esta madre que llora desconsolada y clama que la violencia en Sechura se detenga. 

El 21 de abril de este año, Edinson Niño Villacorta fue asesinado también en extrañas circunstancias en la mina. Y el 5 de julio, el ex subprefecto provincial de Sechura, Alberto Litano Elías fue baleado en la madrugada.

Según narran los comuneros, este conflicto social se inició en el 2020, tras la elección de Hernán Espinoza Ayala como presidente de la Comunidad Campesina San Martín de Sechura.
En Sechura, existen dos listas que se disputaban la presidencia de la comunidad. Los rojos, liderados por el actual presidente, y los azules, cuyo líder es Henry Zavaleta Amaya, denunciado en más de una oportunidad por daño agravado.

El actual presidente de la comunidad, Hernán Espinoza Ayala, recibió el miércoles 13 de octubre, 9 meses de prisión preventiva por parte del Juzgado de Investigación Preparatoria de Sechura, presidido por la jueza Rocío Flores Espinoza, acusado del delito Contra la Paz Pública en la modalidad de Banda Criminal, junto a dos miembros más de su cúpula, César Augusto Sandoval Morán, administrador de la mina y Nancy Felicita Colmenares Juárez, Jefa de personal de la Comunidad Campesina.

Tras la decisión de la magistrada, el pueblo de Sechura salió a marchar a manera de celebración, pues según ellos se hizo justicia.

Lo quiere la población es paz y que Sechura vuelva a ser la fértil tierra pacífica que siempre fue. Según algunos, la solución a este conflicto sangriento es que se realicen elecciones democráticas supervisadas por la Onpe. 

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