Los Olivos: A casi tres años del crimen de joven diseñador, su familia exige justicia

La familia de un joven diseñador gráfico se encuentra en busca de justicia a poco de cumplirse tres años del ataque a puñaladas ocurrido en una calle de Los Olivos. El presunto asesino aún se encuentra libre

Foto y video: América Noticias

De profesión diseñador, pero de corazón futbolista. Estaba cumpliendo sus sueños cuando murió de una puñalada directa en el corazón. Un terrible suceso, que hoy, tiene a su familia sumergida en un sufrimiento, aferrándose a que algún día llegue a su fin.

Hace poco había celebrado su último cumpleaños. Ítalo Giovani Álvarez Tarazona, antes de ser asesinado, cumplió 40 años, se encontraba rodeado de todas las personas que lo apreciaban. A los pocos meses que celebraba la vida, le apagaron la luz de sus ojos.

Han pasado casi 3 años del asesinato de Ítalo y, aún, su familia no encuentra justicia. El dolor y la herida por perder a su ser querido no se han sanado a pesar del tiempo, y es que el presunto asesino aún sigue libre en las calles, con total impunidad, como si no hubiera pasado nada esa noche del 18 de octubre.

Era el tercero de cuatro hermanos: un hijo cariñoso, un hermano cómplice y un talentoso jugador. Su pasión por el fútbol empezó desde que tenía 11 años. Era muy pequeño cuando lució su primera camiseta, era hincha de Alianza Lima, por lo que en más de una fotografía lucía con orgullo en el pecho al equipo de sus amores.

Ítalo era capitán de un club que apuntaba a llegar a la Copa Perú, su habilidad con el balón lo hizo incluso estar en la portada de un conocido diario, más de 30 años luciendo el número 5 en sus distintos uniformes.

Fue la noche del 18 de octubre del 2021 cuando una cámara captó a Italo Álvarez Tarazona agonizando en el suelo, luego de ser salvajemente acuchillado, junto a él se encontraba Cristian francisco Gallirgos Soria, la persona que luego se sabría que fue quien lo apuñaló.

Ahora, se sabe que este hombre lo habría citado en un pasaje en Los Olivos, el mismo lugar donde habría cometido el homicidio. Según su familia, Ítalo o negro, como le decían de cariño, era un hombre de buen corazón, alegre y el alma de las reuniones familiares.

El lugar donde este hombre tenía su taller de diseño gráfico, ahora guarda cada una de sus pertenencias. Ese local donde pasó sus mejores momentos, hoy es un almacén de recuerdos para su familia.

Al día siguiente de su muerte, su ataúd fue llevado en brazos por sus amigos de campeonatos. En esa misma cancha de fútbol, donde tantas veces entrenó con su querido equipo, le rindieron un sentido homenaje. En esa losa, en la que antes él celebraba los goles, sus colegas de pichangas derramaban lágrimas de dolor.

Le dieron el último adiós con los colores de la camiseta que Ítalo tanto amaba, gritando su nombre a todo pulmón. Con lágrimas, su padre y hermana, ahora, toman fuerzas para exigir justicia para Ítalo, para que su muerte no quede impune, porque ya han pasado casi tres años y aún no vislumbran una luz en todo este calvario, al saber que el presunto asesino de su familiar continúa en libertad.

Según la defensa de la parte agraviada, en una audiencia, Cristian Francisco Gallirgos Soria, el acusado de la muerte del joven diseñador habría reconocido el acuchillamiento, aunque dijo haberlo hecho sin intención a asesinarlo. A pesar de ello, y de las tantas pruebas que se han presentado, increíblemente, aún no hay una sentencia para este presunto homicida que se encuentra con paradero desconocido.

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