Nelson Shack reconoció que alcohol comprado por la Contraloría no tenía registro sanitario
Cuarto Poder reveló hace varios días inconsistencias en el proceso de adquisición de alcohol y de mascarillas
La Contraloría General de la República tuvo que admitir que las 3 mil botellas de alcohol en gel que compró para la desinfección de manos de sus trabajadores, no tenían registro sanitario.
Lo reconoció oficialmente el viernes, con este informe, pese a que hace 21 días Cuarto Poder reveló las inconsistencias del proceso de adquisición de alcohol y de mascarillas.
Este programa señaló que la empresa seleccionada por la Contraloría usaba indebidamente el registro sanitario de un producto de desinfección de pisos y baños, cuyo propietario, un pequeño empresario, alertó del hecho en este mismo espacio. Así lo oficializó en un video el contralor general Nelson Shack.
“Se ha determinado que el producto entregado por el proveedor no cumple con las especificaciones técnicas que el mismo proveedor alegó en su declaración jurada. Eso es inaceptable”, sostuvo Shack.
En su momento, la Contraloría nos dijo que la declaración jurada del proveedor era suficiente para darle el beneficio de la duda. Pero, luego de la denuncia de este programa, Shack suspendió los procesos y los sometió a revisión.
Recién allí, tras un análisis de laboratorio, se percataron de que el gel que inicialmente defendieron no tenía ni el 40 % de alcohol.
Según el informe del ente contralor, “el alcohol en gel adquirido, sin registro sanitario, sin el porcentaje mínimo de alcohol exigido y con un valor de pH lesivo para la piel, genera el riesgo de no prevenir el contagio y propagación del COVID-19 durante el desarrollo de las labores”.
“Ante este hecho detectado se retirará el producto y será reemplazado”, sostuvo el contralor Nelson Shack.
Según el documento, el stock de alcohol en la Contraloría es de 1433 botellas. Es decir, de las 3 mil botellas compradas, 1567 fueron entregadas a nivel nacional y, se supone, usadas por los trabajadores.
Oficialmente, desde el inicio de la pandemia, hay 75 auditores contagiados con COVID-19. Obvio, se desconocen cómo lo adquirieron, pero, con ese tipo de protección y desinfección, quién sabe si se sientan seguros.
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