Metal, el fierro y la furia: Miguel Mejía convierte la chatarra en obras de arte

No es un reciclador sino un artista del metal reciclado, conozca la historia de este hombre que ve arte donde otros ven basura

Miguel Mejía, artista que convierte el fierro en obras. | Video: Cuarto Poder

Su nombre es Miguel Mejía y, aunque no es un reciclador, ha sabido crear obras maestras de la chatarra que otros botan a la basura. Quienes lo conocen lo llaman Metal. Apenas se levanta, se enfunda los guantes y emblemas rockeros; se pone a darle el acabado final a sus armatostes de más de 100 kilos de cruda belleza.


El asombra a quienes lo visitan en su taller ubicado en una discreta calle del distrito de Puente Piedra. Sus criaturas pueden ser monstruosas y otras sacadas de películas de ciencia ficción pero en todas está la voluntad de hacer obras de arte a través del reciclaje y estas pueden llegar a ser valorizadas en más de 7000 dólares.

Aunque, hay que decir que, no todas sus obras son costosas. Los armarios de Metal tienen también detalles para clientes y fans que quieren llevarse algo de su genio a cambio de pocos soles.

Cuando no está creando sus monstruos, Metal sale en busca de inspiración. Quilca es el lugar que frecuenta para recordar sus épocas de rockero. De cuando era guitarrista en una banda hoy extinta.

Luego de eso se va a lo seguro. La búsqueda de material para su taller. En los mercadillos de chatarra lo conocen por su constante búsqueda de piezas que despierten su imaginación.

Metal aprendió los secretos de la soldadura y el trabajo con fierros gracias a su padre, que hasta hoy se asombra de que su hijo le saliera artista. Juntos han creado una máquina para doblar fierros que es una de las herramientas que más vende.

Miguel Mejia tuvo que pasar una dura época en el penal Sarita Colonia y en plena pandemia. Según él, un traficante de drogas lo involucró en un delito con el que no tuvo nada que ver.

Ya en el penal, sus obras eran las que más resaltaban en las exposiciones del INPE, es por esto y su buen comportamiento que fue puesto en libertad condicional y ahora quiere recuperar el tiempo perdido en prisión donde, no disponía de los materiales ni de las herramientas que sus trabajos requerían.

Por eso, una de sus mejores obras reposa frene a una biblioteca infantil en Puente Piedra, de la que él es miembro honorario. El Quijote es su mayor inspiración. Un caballero andante que dejó las comodidades para vivir las aventuras que antes solo había leído.

Es también la vida de Metal, un rockero convertido en Reciclador de chatarra, una suerte de Víctor Delfín de nuestros tiempos, un hombre dispuesto a darle una nueva oportunidad a objetos y m,ateriales que tenían el destino de quedar en el olvido.

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