Los hallazgos en la Lima subterránea

Se trata de los restos del antiguo Molino de Aliaga, edificado en 1548

Foto: Cuarto Poder

Un hallazgo importante se realizó en Lima, en su 486 aniversario. La evidencia de que existe una ciudad colonial enterrada debajo de la capital que ahora vemos es real.

Son los restos del antiguo Molino de Aliaga, edificado en 1548 y que fue cubierto por escombros durante los terremotos y las sucesivas remodelaciones urbanísticas.

Está cerca del Palacio de Gobierno y del Malecón Chabuca Granda. Este hallazgo ocurre en el marco de los estudios preliminares para la recuperación del entorno paisajístico del río Rímac.

El Antiguo Molino de Aliaga fue uno de los primeros construidos en una ciudad de los reyes fundada hacia poco tiempo.

El edificio que funcionaba con el agua canalizada del propio Rímac fue propiedad del conquistador Gerónimo de Aliaga.

Estuvo en funcionamiento entre los siglos XVI y XVII y cerrado en 1672. Sobre él se construyó una de las manzanas de la ciudad.

Este hallazgo se suma a los realizados en la plazuela San Francisco el año pasado, donde se encontraron restos de la primitiva capilla de La Soledad.

Es una cripta subterránea y también se encontró el piso original de cantos rodados de la plazuela y restos del antiguo muro pretil o cerco perimétrico que rodeaba al convento San Francisco.

Estos restos ya pueden ser vistos en la plaza San Francisco. Una Lima subterránea sale a la luz, una historia que aún espera por ser contada.

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