Habla la familia de los peruanos asesinados en Estados Unidos

Nada podía salir mal, tenían una vida de ensueño y apenas se habían casado a inicios de año. La vida le sonreía a Miguel Durán y a Kelly Felipe. Las canciones de salsa que tanto amaban se habían convertido el fondo musical de su vida. Una fiesta.

Hace 16 años, Kelly dejó el Perú buscando nuevas oportunidades. En Virginia, Estados Unidos, encontró no solo un trabajo fijo, sino también su hogar junto a sus tres hijos de anteriores compromisos y su amado Miguel quien trabajaba en el sector de la construcción.

El pasado 4 de octubre se juntaron todos para celebrar el cumpleaños de Kelly. 43 años de altas y bajas, pero siempre con los suyos. La segunda de sus hijos, Karry Sotelo recién se habría graduado de la secundaria. 19 años y toda una vida por delante truncada.

A su casa también llegó otro compatriota, Richard Revollar Corrales de 36 años quien vivía en el sótano de la casa y con quien no tenían ningún problema.

Hasta que se apareció en sus vidas David Nathaniel Maine, nunca sospecharon que el enemigo vivía en casa.

Por 8 meses compartieron el mismo techo con su asesino de 24 años de quien se sabe poco, salvo por las publicaciones de sus redes sociales donde en 2020 presumía un arma de fuego. Su discurso abiertamente machista también resalta en su perfil.

Nathaniel Maine ya fue capturado y tendrá mucho que responder a las autoridades, aunque ninguna de sus declaraciones devolverá la felicidad a los otros dos hijos de Kelly que por suerte no estuvieron en su casa.

La familia Felipe Baltazar pide ayuda a la cancillería y a la embajada de Estados Unidos para que su hermano Jorge pueda estar presente en el último adiós.

No solo la familia de Kelly está de luto, sino también toda la comunidad peruana en Estados Unidos que al igual que ellos llegaron en busca del sueño americano hasta que el odio acabó con sus vidas.