Gobierno defiende recorte en Nasca y niega daño a zona Patrimonio

El ministro de Cultura, Fabricio Valencia, defendió la decisión del Ejecutivo de recortar en 2,428 kilómetros cuadrados la reserva arqueológica Líneas y Geoglifos de Nasca. Sostuvo que la zona declarada como Patrimonio Mundial por la Unesco, así como su área de amortiguamiento, “no ha sido tocada”.

La medida, que ha sido rechazada por arqueólogos y organizaciones civiles, fue justificada por el ministro con base en estudios realizados durante más de dos décadas.

¿Por qué se recortó el área de protección en Nasca?

Valencia explicó que, según la documentación técnica recopilada desde hace 20 años, la extensión adecuada del polígono arqueológico es de 3,235 kilómetros cuadrados. “No es la primera vez que se redelimita un polígono arqueológico. Ha ocurrido en Canto Grande, Huaca Palao, Mangomarca, Armatambo y Huaycán de Pariachi”, dijo.

El área original fue delimitada en 2004. El Ejecutivo insiste en que la reducción no compromete la conservación de las figuras más emblemáticas ni el reconocimiento internacional de la zona.

¿Qué advierte el Observatorio de Minería Ilegal?

El Observatorio de Minería Ilegal alertó que, tras el cambio de límites, se han registrado al menos 58 solicitudes de explotación minera sobre el terreno excluido. En una imagen difundida por la entidad, se observa cómo estos petitorios se superponen con el área recién retirada de la reserva.

El colectivo considera que la decisión del Gobierno expone a la zona arqueológica a daños irreparables debido a la cercanía de operaciones mineras formales e informales.

¿Cómo responde el Gobierno ante las críticas?

Durante una sesión del Consejo de Ministros, Valencia recordó que hace unos días se reconoció la presencia de minería ilegal en la zona, pero insistió en que la modificación no debilita la protección del sitio. Como medida de mitigación, anunció que el Ministerio de Cultura propondrá la creación de la Unidad Ejecutora Nasca para asumir la gestión y conservación de la reserva, hoy en manos de la Dirección Desconcentrada de Cultura de Ica.