Francisco: "No pierdan la memoria y el respeto por quien les enseñó a rezar"

El Sumo Pontífice se reunió con sacerdotes, religiosas y seminaristas

Video: América TV

El papa Francisco se reunió con sacerdotes, religiosas y seminaristas con el Colegio Seminario San Carlos y San Marcelo de la ciudad de Trujillo, como parte de sus actividades en su visita a la ‘Ciudad de la eterna primavera’.

El santo Padre destacó el lugar del encuentro, por el contexto de la reunión con hombres y mujeres consagrados a Dios. “Encontrarme con ustedes es importante, gracias. Nos recibe este colegio seminario, estar aquí con ustedes es sentir que estamos en una de esas cunas que gestaron a tantos misioneros”, precisó el Sumo Pontífice.

“Y no olvido que esta tierra vio morir, misionando a santo Toribio de Mogrovejo, patrono del episcopaco latinoamericano”, añadió.

"Me gusta subrayar que nuestra fe, nuestra vocación es memoriosa, esa dimensión deuteronómica de la vida. Memoriosa porque sabe reconocer que ni la vida, ni la fe, ni la Igleia comienzan con el nacimiento de ninguno de nosotros: la memoria mira al pasado para encontrar la savia que ha irrigado durante siglos el corazón de los discípulos, y así reconoce el paso de Dios por la vida de su pueblo"

Francisco quiso dividir su discurso para los religiosos y religiosas en tres dimensiones en las una a una desarrolló las virtudes de ser memoriosos: la alegre conciencia de sí, la hora del llamado y la alegría contagiosa

"Me gusta subrayar que nuestra fe, nuestra vocación es memoriosa, esa dimensión deuteronómica de la vida. Memoriosa porque sabe reconocer que ni la vida, ni la fe, ni la Igleia comienzan con el nacimiento de ninguno de nosotros: la memoria mira al pasado para encontrar la savia que ha irrigado durante siglos el corazón de los discípulos, y así reconoce el paso de Dios por la vida de su pueblo"

"Nosotros, consagrados, no estamos llamados a suplantar al Señor, ni con nuestras obreas, ni con nuestras misiones, ni con el sinfin de actividades que tenemos para hacer"

"¡Nos hace bien saber que no somos el Mesías! Nos libra de creernos importantes, demasiado ocupados, es típico escuchar 'No, a esa parroquia no vayas porque el padre siempre está muy ocupado'",

"Esta tentación se combate de muchos modos, pero también con la risa. Sí, aprender a reírse de uno mismo, nos da la capacidad espiritual de estar delante del Señor con los propios límites, errores y pecados. Un lindo test espiritual es preguntarnos por la capacidad que tenemos de reírnos de nosotros mismos"

"Muchos, a la hora de ingresar al seminario o a la casa de formación, lo hicimos con la fe de nuestras familias y vecinos. Los exhorto a no olvidar, y mucho menos despreciar, la fe y fiel sencilla de su pueblo. No se vuelvan profesionales de lo sagrado olvidándose de su pueblo, de donde los sacó el Señor, no pierdan la memoria y el respeto por quien les enseñó a rezar. No olviden el rezo casero".

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