Devastación en Madre de Dios

La publicitada toma por el Estado de La Pampa para erradicar la minería ilegal solo fue un globo publicitario. Pero no solo la minería amenaza a nuestras reservas naturales, también los sembríos de coca para producir sus ilegales derivados. Estas son imágenes inéditas de lo que se vive en esa zona del país

Devastación en Madre de Dios. Video: Cuarto Poder

Es increíble. A 10 o 20 metros de la Carretera Interoceánica las dragas desangran la selva. Es el avance de los mineros ilegales que no se detiene. El expresidente Martín Vizcarra –en otra de sus grandes mentiras– dijo que ya los habían erradicado, pero solo se desplazaron un poco y siguieron devastando selva. La impotencia se mezcla con la rabia al ver cómo el bosque amazónico es arrancado de raíz para buscar el preciado metal.

Más de 750 hectáreas del bosque más biodiverso del planeta destruidas. Reemplazadas por un paisaje de absoluta desolación.

“Estamos en la comunidad nativa de Kotsimba zona de amortiguamiento de la reserva nacional Tambopata en la parte alta del río Marinowski, Madre Dios. Los mineros no ceden al contrario el estado de pandemia los ha favorecido. Ha incrementado el costo del oro y eso ha sido un punto a favor de ellos”, señaló el fiscal adjunto Rodolfo Mancilla, abogado y especialista en medio ambiente, en pleno operativo dentro de la comunidad nativa de Kotsimba.

Kotsimba es una zona de difícil acceso a donde se llega en el único helicóptero con que se cuenta en la zona para luchar contra la minería ilegal.

Un campamento de minería ilegal enclavado en una comunidad nativa trajinando sin control ni regulación alguna durante años, recurriendo incluso a maquinaria pesada cuyo valor en el mercado supera el medio millón de soles, para usarla en una zona intangible.

“La capacidad de extracción ilegal que tienen estos mineros es enorme. No estamos hablando de pequeños mineros o gente pobre que lo hace para justificar su nivel económico. Es gente que lucra a gran escala maquinaria pesada, grandes shutes motores a los alrededores y lo que es peor la capacidad de deforestación que tienen”, dijo Mancilla. 

Mineros ilegales en la zona de amortiguamiento de la Reserva de Tambopata habían tramitado su pase laboral para destruir el bosque amazónico. Increíble.

“Estos ilegales depredan el bosque contaminan el agua de los ríos todo el ecosistema se ve alterado por la acción de estos sujetos que no tienen ningún escrúpulo”, refirió el general Ludeña, jefe de policía ambiental.

Un duro golpe, si, pero viendo la devastación desde el aire parece insignificante frente al avance indiscriminado de estas mafias. En medio esta tierra arrasada, una mujer natural de Apurímac llegó hace treinta años hasta la zona de Mazuko, frontera entre Madre de Dios y Puno. A punta de esfuerzo, incluso a haber trabajado como cocinera en un campamento de minería ilegal, supo salir adelante y hoy es una de las principales productoras de cacao en esta zona del Perú.

“Mi parcela se llama santa Isabel. Ahorita estamos ubicados en sector 2 de mayo inbambari…Mazuco. Madre de Dios”, manifestó Fortunata.

La parcela de Fortunata es de 15 hectáreas y allí cultiva plátano, cítricos y su principal sembrío es el cacao. “La agricultura no es nada fácil. La agricultura es a veces 3 años pura inversión tenemos que así aguantar meter primero maíz, yuca, plátano. Ultimo ya cacao” indicó Fortunata. “Hay años que saco hasta 800 kilos. depende del clima si hay mucha lluvia no conviene si hay mucho sol tampoco conviene”, agregó.

Una mujer de lucha, madre de tres niños que sueña con exportar al mundo el cacao que produce. “No es difícil, Yo creo que todos podemos. Hasta donde nos den las fuerzas no es nada imposible, podemos lograrlo”, explicó. “Yo trabajo en mi chacra. Yo soy acá varón, mujer acá en mi chacra. Me gustaría que mis hijos sean profesionales ya no sean talvez un agricultor más en la chacra”, añadió.

Fortunata relata que muchos agricultores como ella optan por cultivar hoja de coca por ser más rentable y florecer en menor tiempo que el cacao, pero asegura que no hay nada como ser libre y vivir sin el temor de perderlo todo. Un gran ejemplo para sus hijos.

En la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene ya se han detectado cultivos de hoja de coca y pozas de maceración penetrando este parque nacional. Un campamento ilegal, enclavado en la cumbre de una montaña. Rodeado de sembríos de hoja de coca, insumo principal para la elaboración de droga en esta zona.

Dos zonas de nuestro país sufriendo el embate de los cárteles de la droga y las mafias del oro. Mineros ilegales depredando la zona de Tambopata en madre de Dios y el narcotráfico vulnerando el Parque Nacional Bahuaja Sonene. Bellas reservas naturales –ricas en flora y fauna– y auténticos pulmones verdes del país y el mundo.

Junto al kilómetro 108 en Puerto Maldonado se aprecia un impresionante crecimiento económico. Construcciones que superan los tres y hasta cuatro pisos se abren paso a largo de esta vía. Una prosperidad basada únicamente en la extracción ilícita de oro de las profundidades de nuestra selva.

En el distrito de Inambari, provincia de puerto Maldonado, en Madre de dios se aprecia la devastación de la selva. La minería ilegal que no se detiene esta parte de nuestro país. Los motores, bombas de succión y las tolvas con las alfombras que recibirán la arenilla que contiene el mineral que, al ser procesado con mercurio, hará que el oro emerja.  Un amalgamiento que mineros ilegales llevan a cabo a escasos metros de la carretera interoceánica.

Así es la depredación sin límites del bosque húmedo en esta parte de nuestro país. Donde redes organizadas operan con total impunidad ante a la falta de logística de la Policía y el Ministerio Público y, nuevamente sin una decisión política que ponga fin de una vez a esta terrible destrucción que ya está alcanzando a dos de las reservas naturales más valiosas del mundo.

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