Cuando sepas quiénes limpian las playas de Paracas, ¡querrás imitarlos!

Conoce a los “Ángeles de San Andrés”, un grupo de héroes que han aprendido la importancia de cuidar y preservar el mar de Paracas

Los Ángeles de San Andrés
Los Ángeles de San Andrés

Auspiciado por Pluspetrol

El mar de Paracas necesitaba proteccción y se encontró con más de una persona dispuesta a hacer esta tarea. Nos referimos a “Los Ángeles de San Andrés”, un grupo conformado por niños que estudian en el colegio Renán Elías, en el distrito de San Andrés, provincia de Pisco, en Ica.

Cuando ellos fueron a visitar la playa de Paracas, estaban entusiasmados por pisar sus finas arenas y bañarse en su mar, pero una triste escena cambió sus rostros de alegría y emoción: vieron cómo las aguas arrastraban hasta la orilla botellas de plástico, bolsas y otros desechos.

"Cuando fuimos a la Reserva de Paracas no podíamos creer que fuera tan bonita, pero lo triste fue que había mucha basura en el mar", cuenta Ana Belén.

La Reserva Nacional de Paracas se perfila como la más visitada en el Perú, después del complejo arqueológico de Machu Picchu. Ese hermoso paisaje iqueño destaca por sus playas y su enorme biodiversidad; sin embargo, uno de sus principales problemas es la cantidad de residuos sólidos que se encuentran tanto en el mar como en sus orillas.

“Descubrimos que la solución podía estar en nuestras manos y nos pusimos a trabajar, manos a la obra. Nuestros padres, profesores y Camisea nos apoyaron desde el principio”, comenta otro de los niños.


Lejos de quedarse con los brazos cruzados y de ser simples observadores, Ana Belén, sus amiguitos, la comunidad de San Andrés y Camisea decidieron actuar para que esta reserva natural esté bien conservada.

Camisea creó, de manera voluntaria, el Fondo Paracas con un aporte económico de US$ 7 millones a favor del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernamp), para conservar los ecosistemas de la Reserva de Paracas y aprovechar sus atractivos naturales y culturales.

Con ese fondo, siete mil personas (entre pescadores, operadores turísticos, docentes, escolares y habitantes en general) se benefician con la belleza de la reserva, impulsando que el patrimonio natural que disfrutamos hoy perdure en buen estado para las siguientes generaciones.


Gracias a la labor de “Los Ángeles de San Andrés” y al Programa de Educación Ambiental, mediante el cual se motiva y concientiza a más de 5,000 estudiantes de 56 colegios en Pisco, se viene generando una mayor conciencia sobre el cuidado del mar y las especies que lo habitan. Ahora la comunidad lo tiene muy claro: el mar necesita de ellos y ellos necesitan del mar.

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