COVID-19: Los testimonios en pandemia de dos “guardianas de las ollas comunes”

Dos mujeres explican su motivación para trabajar en favor de los más vulnerables

Foto: Midis
Foto: Midis

“Muchos desconocen que hasta en la punta del cerro hay una ollita común”, señala doña Merilda Montero Robles, de 67 años de edad y presidenta de la olla común Santa María, en Villa María del Triunfo (VMT). Así, con cariño, ella se expresa sobre estas iniciativas de apoyo solidario que no han parado desde que se activaron para hacerle frente a la emergencia sanitaria por la COVID-19 hace poco más de un año.

En este populoso distrito limeño, que alberga a 360 ollas comunes que atienden a cerca de 40 mil usuarios, vive doña Merilda, quien durante esta pandemia no ha tenido miedo de tocar puertas y estirar la mano para recibir donaciones de alimentos cuando las raciones no alcanzaban; para ella la prioridad ha sido dar de comer a las personas con discapacidad, niños huérfanos, madres solteras y adultos mayores que figuran entre sus comensales recurrentes. 

Ahora suma a su labor solidaria el rol de miembro del Comité de Transparencia y Acompañamiento (CTA), correspondiente a la Municipalidad Distrital de Villa María del Triunfo, cuyo objetivo es garantizar que los alimentos lleguen a quienes más lo necesitan. El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) viene impulsando este modelo de trabajo que responde a una necesidad de la ciudadanía de imprimir legitimidad a la asignación y distribución de los recursos destinados a los gobiernos locales para brindar apoyo alimentario a las poblaciones vulnerables en contextos de emergencia.

“Este comité está para ver qué ollas comunes tienen una necesidad extrema y poderlas ayudar. Esa es nuestra misión. No es una tarea fácil porque VMT es tremenda y hay varias ollas que faltan conocer. Si estoy en este cargo es para llegar a todas esas ollitas comunes, para que todas sean beneficiadas”, dice con total convicción doña Merilda. 

Compartiendo la misma vocación de servicio, aunque de una generación distinta, Evelyn Chunga Rebaza, de la Asociación Los Hijos del Padre Pío y coordinadora del Proyecto Ollas de Emergencia, es otra integrante del CTA para VMT. “La alimentación es un derecho de cada ciudadano, y en estos momentos tan difíciles las ollas comunes son un granito de esperanza y solidaridad”, reflexiona. 

Para ella, es una importante noticia que más Comités de Transparencia y Acompañamiento se implementen a nivel nacional, por el momento funcionarán en 11 distritos de la región Junín; un distrito de La Libertad; y 10 distritos de Lima Metropolitana y Callao. 

“Siempre tiene que estar la sociedad civil involucrada en este proceso, como comunidad conocemos los lugares que pueden no haber sido considerados. Es una responsabilidad muy grande la que estamos asumiendo, porque tenemos que estar atentos a lo que llega, y que llegue a los lugares que corresponde”, concluye Evelyn. 

En el marco de sus competencias, las municipalidades distritales suscriben el acta de conformación de los Comités de Transparencia y Acompañamiento (CTA) y emiten una resolución municipal que reconoce las funciones de estos equipos constituidos de forma voluntaria por cinco miembros, que incluye a representantes de la sociedad civil y de las mismas ollas comunes. 

La labor del CTA está circunscrita a la entrega de alimentos a las ollas comunes, sea por gestión del Midis, a través del Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma; del gobierno central u otras iniciativas alimentarias. Se trata de un acompañamiento integral que verifica a quién se entrega el apoyo alimentario, cuánto se reparte y cuándo. 

También pueden generar alertas y emitir recomendaciones a las autoridades municipales, además, rendirán cuentas a la población respecto al trabajo realizado. 

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