Coronavirus: Informes de Contraloría revelan graves deficiencias en hospitales regionales

No ejecutan presupuesto, falta personal y se trabaja sin equipos de seguridad en varios hospitales del país

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Unos informes de la Contraloría General de la República revelan las graves deficiencias que registran algunos hospitales regionales, en medio del estado de emergencia sanitaria dictada ante el coronavirus.

El Hospital Regional de Lambayeque registra la situación más crítica. Las salas, destinadas para el aislamiento de pacientes por COVID-19, carecen de personal asistencial mínimo y el que labora allí no ha pasado por pruebas rápidas para descartar el contagio del virus.

Otro problema que se presenta está referido a los ambientes habilitados para el tratamiento de pacientes con esta enfermedad, pues no cuentan con sistemas de ventilación para evitar el riesgo de contagio por transmisión aérea.

La unidad de cuidados intensivos del hospital no cuenta con el número de profesionales necesarios para el manejo de los pacientes por COVID-19. Según la Contraloría, en este lugar solo hay seis médicos especializados en medicina intensiva.

A ello se suma las deficiencias en los equipos de protección personal del cuerpo médico y la existencia de una sola ambulancia, para el traslado de pacientes infectados por el coronavirus.

El tratamiento de cadáveres por COVID-19 también es un problema que desborda. Los cuerpos son ubicados en el mortuorio del hospital por un período superior al permitido, afectando la capacidad del lugar y generando el riesgo de contaminación y contagio del personal médico.

En el Hospital Regional José Mendoza de Tumbes la situación también es dramática. No hay un ambiente de triaje para pacientes sintomáticos respiratorios, ni sala de aislamiento para pacientes con síndromes clínicos que requieran hospitalización, incumpliendo las normas de bioseguridad.

El hospital de Tumbes no cuenta con un equipo de contingencia para el manejo de pacientes sintomáticos y lo que es más dramático todavía, es que parte del personal de salud que allí trabaja “ni cuenta con equipos de protección personal, generando riesgo de contagio y propagación de la enfermedad”.

En el Hospital Regional Zacarías Correa de Huancavelica, la unidad de cuidados intensivos para el COVID-19 no cuenta con enfermeros especializados en medicina intensiva, ni con un profesional técnico con experiencia en áreas críticas.

Además, se detectó que solo cuatro médicos intensivistas hacen rotaciones en diversas áreas del hospital. Pero lo más grave es que sí tienen recursos económicos. Hasta el momento sólo han ejecutado el 19.7% del presupuesto asignado para enfrentar la pandemia.

Algo similar ocurre en Tacna, con el Hospital Hipólito Unanue, donde solo se ha comprometido S/150 000 de un S/1 377 000 que recibió del Gobierno durante esta emergencia. Ningún funcionario del Ministerio de Salud se pronunció en torno a estos hallazgos de la Contraloría.

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