César Acuña fue recibido con protestas durante visita a Iquitos
El gobernador de La Libertad fue rechazado por un grupo de ciudadanos en Iquitos por reunirse con militantes de su partido durante una visita oficial
César Acuña, gobernador regional de La Libertad, fue recibido con protestas en su reciente visita a la ciudad de Iquitos. Aunque viajó como autoridad para participar en el octavo Consejo Regional de Estado encabezado por la presidenta Dina Boluarte, su encuentro con militantes de su partido Alianza para el Progreso generó el malestar de varios ciudadanos.
Con pancartas y gritos, un grupo de personas se acercó hasta el hotel donde se alojaba el líder de APP para expresar su rechazo. La protesta no fue solo contra él, sino también contra el exgobernador de Loreto Fernando Meléndez, quien lo acompañó durante parte de su estancia en la ciudad.
¿Qué ocurrió durante su visita?
César Acuña llegó a Iquitos en calidad de gobernador regional, pero aprovechó su estancia para reunirse con militantes y simpatizantes de su agrupación política. Esta combinación de agendas —una oficial y otra partidaria— no fue bien recibida por algunos vecinos, quienes lo acusaron de usar su cargo para fines políticos.
Uno de los manifestantes aseguró que “no han cumplido con sus promesas” y que ahora “quieren volver a ser autoridades dejando una desgracia en sus regiones”. También se mencionó a otros políticos conocidos como posibles candidatos en futuras elecciones.
¿Quiénes lo acompañaron?
Durante su visita, Acuña estuvo acompañado por el exgobernador Meléndez y el alcalde del distrito de San Juan, Joel Parimango. Según testigos, algunos simpatizantes lo esperaron en el aeropuerto y en su hotel, pero su presencia también generó protestas en ambos lugares.
A pesar de los cuestionamientos, el gobernador evitó dar declaraciones a la prensa y se retiró sin responder a las críticas. El descontento ciudadano se hizo evidente en diversas zonas de la ciudad, especialmente frente al hotel donde se alojaba.
¿Qué dicen los ciudadanos?
Vecinos expresaron su molestia por lo que consideran un uso político de un viaje oficial. Muchos reclamaron que las autoridades que ya han tenido cargos públicos “no cumplieron con lo prometido” y que ahora están aprovechando sus posiciones actuales para preparar nuevas candidaturas.
Además, señalaron que estas prácticas ya no deberían ser aceptadas, sobre todo en regiones que siguen esperando soluciones concretas a sus problemas más urgentes.














