Callao: así operan los 'ninjas' con la droga

Nunca antes un video grabado por un miembro del narcotráfico, había mostrado cómo opera una banda “preñadora” de droga, en el terminal del puerto del Callao. De esta manera, quien graba rinde cuentas ante la cabeza de la mafia que está en alguna parte del mundo, sobre el cargamento de droga proveniente de Perú. Le dice a través de un video que la carga ya está camuflada en containers, perfectamente oculta, y lista para enrumbarse a Europa, donde cada kilo de pasta básica de cocaína, supera los cien mil dólares. 

El material ha sido interceptado por las autoridades y fueron la pieza de engranaje para saber cómo operan los narcotraficantes en el Callao, donde burlan las cámaras de seguridad y donde personajes que parecen sacados de la ficción, actúan con manos de seda amparados en la oscuridad y obviamente ayudados por trabajadores corruptos.

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Hace cinco meses, los agentes de inteligencia de la Dirandro, recibieron una alerta máxima en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Los distintos clanes dedicados al narcotráfico trabajaban para reunir un gran cargamento que iba a ser enviado a Europa, vía marítima.

Y es que reunir más de una tonelada y media de droga y sacarla del Vraem iba a tomar unos tres o cuatro meses de logística. Mientras esperaban el cargamento, los miembros de la organización fueron reclutando a los transportistas y a los miembros de seguridad que trasladarían la droga del Vraem a Lima.

Una vez en el Callao, y con todos los elementos que se necesitaban, definieron que el lunes 19 de marzo por la noche, el tráiler de la tonelada ya debía estar con los maletines de droga camuflados y unos menudos jovencitos de baja estatura debían entrar en acción. Las imágenes permiten mostrar por primera vez a los llamados 'Ninjas'. Ágiles y casi invisibles, capaces de entrar a los almacenes sin dejar huella y meter la droga en los containers. Así lograban entrar al terminal: en el compartimento secreto de un camión.

Los tres jovencitos iban en un compartimento secreto ubicado en la cabina del camión. Ahí se escondían hasta entrar al terminal, pero cuando ya estaban a punto de concretar su ingreso, la Policía y la Fiscalía Antidrogas del Callao, los interceptó, prácticamente en la puerta.

Mil 638 kilos de cocaína de altísima gama, acondicionados en mil 500 paquetes tipo ladrillo, distribuidos en 45 maletines. El primero en ser detenido fue Paul Peña Ore, chofer del tráiler. Los jovencitos son los llamados ninjas, no vienen de Asia sino que son naturales de Cerro de Pasco y contratados para preñar los contenedores.

Cesar Peña de 29 años también fue detenido, él conducía la camioneta que custodiaba el tráiler junto a Jhon Anicama y Paul Peña, tenían como objetivo verificar que la mercadería ingrese al terminal. El cargamento de droga tenía un logo característico, el F12. El símbolo de que esta cocaína es de la más alta pureza, muy requerida en Europa y por supuesto mucho más cara de lo habitual. Su destino era ingresar a Europa, por Bélgica.

Lo que es claro es que los grandes cargamentos de droga que salen del Perú hacia el mercado europeo ya no son solo de los carteles mexicanos. La mafia serbia, ha ganado cada vez más terreno y es la que incluso, ingeniosamente, contrata hasta buzos para llevar droga bajo el agua hasta el terminal, para después preñar los conteiner. Ahora sin mojarse, los ninjas hacen lo mismo y al terminar el trabajo, envían el video para demostrar al jefe de la organización que todo va viento en popa. 

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Pero esta vez fueron descubiertos y aunque todo miembro del narcotráfico por más chico que parezca, prefiere no delatar a nadie por temor a ser asesinado, la Policía Antidroga ya maneja varios nombres de los financistas peruanos que operan en el Callao y que incluso guardarían estrecha relación con los llamados Reyes del Puerto, que darían órdenes desde prisión.

El 44% de la droga que se produce en el Perú ha salido por mar, el 41 por aire y el resto vía terrestre. Lo lamentable es que solo 15 % de la droga ha sido incautada, y el principal enemigo para logarlo es la falta de recursos para la investigación y seguimiento de estos casos, así como los equipos especializados.