Ataque en Arequipa: agreden a comitiva oficial del Gobierno
El incidente obligó a un ministro a abandonar una actividad oficial. Pobladores acusaron la presencia de Boluarte pese a que Palacio lo negó. Una viuda del caso Juliaca encabezó las protestas.
Un nuevo episodio de confrontación entre el Gobierno y la ciudadanía se registró este lunes en el distrito de Cerro Colorado, Arequipa, donde un grupo de pobladores atacó con piedras, huevos y gritos a una comitiva oficial del Ejecutivo. El hecho se produjo en medio de versiones sobre la presunta llegada de la presidenta Dina Boluarte a la zona, lo cual fue posteriormente negado por Palacio de Gobierno.
El principal afectado fue el ministro de Vivienda y Construcción, Hania Pérez de Cuéllar, quien había sido designado para encabezar la ceremonia de entrega de más de 1 500 títulos de propiedad. Sin embargo, la actividad fue suspendida tras el ataque, y el vehículo oficial debió abandonar el lugar escoltado por un contingente policial.
¿Qué provocó el ataque a la comitiva?
Según los pobladores de Las Lomas, el anuncio de que Boluarte visitaría la zona —junto con el gran despliegue policial— hizo suponer que la mandataria estaría presente en la actividad. Las consignas como “Dina asesina” y “no te queremos” fueron lanzadas desde el momento en que vieron llegar vehículos oficiales.
Los manifestantes lanzaron huevos, piedras y otros objetos contundentes. Las imágenes muestran cómo la Policía Nacional formó un cordón de seguridad con escudos para proteger al ministro y a su equipo. Aun así, el auto oficial tuvo que retroceder en medio del hostigamiento.
Palacio de Gobierno afirmó que la presidenta no tenía actividades previstas en esa ubicación específica, pero los vecinos insisten en que fueron informados de su arribo. La confusión generó una protesta que terminó por frustrar el evento oficial.
¿Quién lideró la protesta?
Una de las principales voces en la manifestación fue Margot Rojo, esposa de Ever Mamani Arqui, fallecido en las protestas del 9 de enero de 2023 en Juliaca. En declaraciones públicas, Rojo reclamó la falta de justicia a más de dos años del asesinato de su esposo durante el estallido social:
“Yo he venido para pedir justicia, porque no la encontramos hasta hoy. Más de dos años buscándola en las calles… pero no la encontramos hasta el momento”.
Su presencia le dio mayor fuerza simbólica a la protesta, que se convirtió en una nueva expresión del dolor acumulado por los familiares de las víctimas del conflicto social.
¿Dónde estaba Dina Boluarte mientras ocurría el incidente?
Mientras el ministro era repelido en Cerro Colorado, Dina Boluarte realizaba actividades oficiales en otras zonas de Arequipa, sin cobertura de prensa. Supervisó obras de agua y saneamiento, incluyendo la inspección al reservorio N.° 31, ubicado en el Cono Norte de la ciudad.
“Con estos reservorios que están al 93 % de avance se beneficiará a 70 mil familias, y crecerá con el tiempo”, declaró Boluarte en ese acto, sin hacer mención al incidente que enfrentó su comitiva.
Horas después, la mandataria encabezó la ceremonia de conmemoración por los 40 años de los aviones Mirage 2000 en la base aérea de La Joya, donde anunció la renovación de la flota de combate de la Fuerza Aérea del Perú.
¿Qué revela este nuevo acto de repudio?
Este ataque no es un hecho aislado. Se suma a una cadena de incidentes de rechazo en regiones del sur del país, donde persiste un malestar visible hacia la presidenta y su gestión. Aunque no participó directamente del evento atacado, el símbolo presidencial estuvo presente en cada consigna, lo que evidencia la fractura entre el Ejecutivo y sectores ciudadanos.
El hecho también pone en evidencia fallas en la comunicación oficial. Las versiones cruzadas sobre si Boluarte iría o no al lugar solo contribuyeron al caos y a la percepción de evasión por parte del Gobierno.
¿Cómo afecta este tipo de episodios a la relación Ejecutivo-regiones?
La falta de justicia para las víctimas de las protestas de 2023, sumada a la ausencia de canales efectivos de diálogo, ha generado un escenario donde la presencia del Estado es percibida como provocación más que como atención a demandas.
El ataque a una comitiva que buscaba entregar títulos de propiedad evidencia que incluso medidas de gestión social son rechazadas si no van acompañadas de credibilidad política y reparación real.











