Anuncio de retoma de armas de las FARC genera cisma y tensión en Colombia

El anuncio de Iván Márquez para reactivar la lucha armada ha generado cuestionamientos al acuerdo de paz

Las FARC vuelven a poner en tensión a Colombia. Foto: América TV

El próximo domingo 27 de octubre habrá elecciones de alcaldes y gobernadores en Colombia, en medio de una agitada actualidad política tras el anuncio de una facción disidente de las FARC de retomar las armas.

Luis Eladio Reyes, senador colombiano que estuvo 7 años secuestrado por las FARC, postulará como gobernador al departamento de Nariño.

Las FARC, el partido político (no la guerrilla), ha anunciado que lo apoyará y él ha aceptado. Considera que aceptar el apoyo es un acto de reconciliación.

Y esto pese a que durante su secuestro sufrió torturas físicas y emocionales indescriptibles. 

Por otro lado, tras el anuncio de la guerrilla, Iván Márquez, el líder de este nuevo levantamiento, ha renegado del acuerdo de paz y ha dicho que el Gobierno lo ha traicionado. Esas fueron sus razones.

El presidente de Colombia, Iván Duque, también ha tenido posturas contrarias al acuerdo de paz, en la línea de Álvaro Uribe, un declarado enemigo del acuerdo.

La paz se firmó en septiembre de 2016. Los guerrilleros que se acogieron están representados por el partido político las FARC, cuyas siglas significas: Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

Según el acuerdo, tienen derecho a 10 escaños entre el Senado y el Congreso, aunque no ganen por votos en las urnas. Iván Marquez, en este contexto, fue jefe negociador del acuerdo de paz.

El manifiesto de Márquez fue grabado en territorio venezolano, en el estado de Apure, lo que ha hecho tensar más las relaciones entre ambos países.

No se ha descartado una posible alianza con el ELN, otro grupo guerrillero que nunca firmó acuerdo de paz con el Gobierno porque las negociaciones se truncaron.

El peligro es que las disidencias de las FARC que ejercía la violencia armada se reagrupe con la violencia político armada de Iván Márquez. 

La guerrilla ha vuelto, mas no la guerra. Esta violencia postconflicto estaba prevista, la cuestión es si esta tendrá el combustible suficiente para inflamarse. Todo en medio de un contexto electoral que complica el panorama para el vecino país del norte.

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