13 años después, el estadio de San Genaro sigue sin terminarse

En el año 2012, los vecinos de San Genaro, en Chorrillos, escucharon con ilusión el anuncio de un nuevo estadio. Iba a tener capacidad para hasta 15 mil personas y se presentó como un complejo deportivo “de talla internacional”. Hoy, 13 años después, solo quedan fierros oxidados, columnas mal alineadas y estructuras a medio construir.

Según reveló el periodista Gino Alva Olivera, de la unidad EcData de El Comercio, el estadio nunca se concluyó, a pesar de que se han invertido cerca de S/18 millones en su construcción. “Está igual o peor que en 2012”, comentó en una entrevista con Canal N tras visitar el lugar en más de una ocasión.

Lo más grave, según el reportaje, es que el proyecto no contaba con un expediente técnico inicial y se ejecutó “como se pudo”. En la práctica, el estadio funciona hoy como un taller y depósito municipal, donde se almacenan vehículos abandonados, maquinaria pesada y materiales incautados.

¿Quién estuvo detrás de esta obra y qué pasó con el dinero?

La obra fue iniciada por el exalcalde de Chorrillos, Augusto Miyashiro, quien estuvo en el cargo durante 20 años. En 2013, durante su gestión, se promovió el estadio como un símbolo del desarrollo en la zona alta del distrito. Sin embargo, el periodista Gino Alva reveló que ni siquiera se contaba con un plan de obra completo, algo básico para una construcción de esa magnitud.

Con el paso de los años, el proyecto cambió de nombre y código presupuestal, lo que permitió nuevos desembolsos. “Hay un hueco de dos años donde no se sabe qué pasó”, señaló Alva, quien tuvo acceso a los expedientes del caso.

Incluso hay partes del estadio que parecen estar construidas con criterios distintos. “Es como un lego mal armado. Las tribunas están desniveladas y las barandas ni siquiera se unen bien”, detalló el periodista.

¿Qué dice la municipalidad de Chorrillos sobre el futuro del estadio?

Con la llegada del nuevo alcalde Fernando Velasco, se ha contratado una consultoría por casi S/800 mil para evaluar si vale la pena continuar la obra. En octubre se debería conocer el resultado de ese estudio técnico. Mientras tanto, el estadio sigue siendo un depósito, con baños deteriorados, calles de difícil acceso y cero actividad deportiva.

El periodista también advierte que, aunque la gestión actual busca una salida, no hay garantías de que se pueda recuperar la inversión. “Ni siquiera cumple las medidas mínimas para una cancha y una pista atlética”, explicó.

Vecinos de la zona expresan su decepción. Algunos querían un espacio para el deporte, otros prefieren no opinar por temor a represalias políticas. Todos coinciden en que el estadio no cumple su promesa original y hoy representa solo una carga para el distrito.

¿Qué podría pasar con el estadio de San Genaro?

El futuro del estadio San Genaro sigue siendo incierto. La consultoría en curso deberá definir si se puede concluir la obra, adaptarla o demolerla. Por ahora, solo está claro que se ha gastado mucho dinero público sin resultados visibles.

El caso, expuesto por Gino Alva y su equipo de investigación, ha abierto una discusión necesaria sobre cómo se planifican y ejecutan las obras públicas en zonas vulnerables. ¿Realmente era necesario un estadio tan grande en un lugar con calles estrechas y dificultades de acceso?

Mientras se espera el informe técnico, el estadio sigue ahí, en lo alto de San Genaro, como símbolo de una promesa incumplida.