Historias que no sabías de nuestra selección, contadas por sus mamás

Detrás de un hijo hay una mujer que ama sin condiciones, que no duerme, que lucha y trabaja sin descanso para ver a su mayor tesoro lograr todo lo que se propone.  Esa es la historia de las mamás de nuestros seleccionados, quienes nos representaron en el Mundial de Rusia 2018.

Las mamás de Christian Cueva, Paolo Guerrero, Renato Tapia y Miguel Araujo compartieron algunas historias y anécdotas que pocos conocen acerca de sus hijos.  Estas valiosas mujeres saben lo que es estar en las buenas, pero sobre todo en las malas, secando las lágrimas en esos momentos en el que el mundo parece venirse cuando no se logró el objetivo: Ganar.

Maqui Bravo, mamá de Christian Cueva

En la memoria de todos quedará ese penal que se falló Cuevita, y si todos los peruanos sufrimos, imagínense a doña Maqui, quien cuenta que siempre ve los partidos de su hijo, pero de una forma especial.

“Yo tengo que ver sola el fútbol, sufro demasiado, no estoy quieta, tanto así que mi esposo va a verme de rato en rato para ver que no me pase nada”, contó la mamá de Cuevita.

Christian Cueva no duda en expresar el amor que le tiene a su madre.  Es así que en Facebook le dedicó este mensaje:

Petronila Gonzales “Doña Peta”

Desde que Paolo era muy niño, doña Peta le enseñó a ser el titular de su vida, pero que esté donde esté, ella siempre iba a ser parte de su garra.

“Desde chiquito él se atendía solo, se servía su comida porque yo trabajaba.  Cuando yo llegaba en la noche lo veía dormido y le preguntaba ¿Por qué te has dormido temprano, hijito? Él me respondía: porque mañana tengo partido, mamá”. contó doña Peta.

La disciplina que se escondía detrás de su amor materno, hizo que Paolo lo confundiera con injusticia. Aunque todo sabemos que doña Peta lo hacía por su bien, el reprochaba: “Eres mala, tú me botas”, contó la mamá de nuestro capitán entre risas.

Nancy Cortijo, madre de Renato Tapia

Desde que Renato era muy chiquito, doña Nancy le inculcó valores y que siempre se sienta orgulloso de su patria.  Pero, hubo algo más importante.

“Le enseñé primero a ser buena persona y luego profesional. Una vez lo invitaron a una fiesta de quince años y su papá le dijo: Tienes que escoger o la fiesta o el fútbol porque no puedes hacer dos cosas a la vez.  ¿Dónde has visto un futbolista fiestero? Al día siguiente Renato me dice que ha elegido el fútbol y no tenía ni 14 años”, cuenta la mamá.

Marilú Blanco, mamá de Miguel Araujo

A Marilú se le llenan los ojos de lágrimas al recordar a su hijo cuando era pequeño y ahora que ya es todo un futbolista profesional, su pecho se le infla de orgullo al ver todo lo que él ha logrado con sacrificio.

 "Yo como madre me siento muy orgullosa de mi hijo y es una sensación muy bonita. Estoy muy feliz de que todo le vaya bien, te amo hijo", declaró la mamá de Miguel Araujo en un programa de América TV.

A los 14 años Miguel se fue a la ciudad de Moquegua a jugar por el club Cobresol, razón por la que tuvo que alejarse de su madre.  No obstante, ella siempre estuvo pendiente de él y de que no le falte nada.

“Yo siempre he querido y quiero que mis hijos tengan lo que ellos deseen, pero siempre ahí nosotros apoyándolos, siempre.  Nuestros sueños ya fueron ahora son sus sueños de ellos”, expresó Marilú.

Los logros de cada uno de nuestros seleccionados también se los debemos a ellas.  Sus madres quienes siempre eligieron lo mejor para sus hijos.

Las mamás saben elegir lo mejor para su familia.  Por eso, ellas saben elegir los preciazos de Tottus