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La maldición del '10' en Real Madrid desde la partida de Luis Figo

Foto: AFP
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El colombiano tiene la responsabilidad de llevar ese número

El dorsal '10' tiene por historia pertenecer al futbolista más habilidoso, con grandes cualidades para jugar bien al fútbol y estar siempre a la altura del equipo, sin embargo, eso ha pasado poco en el Real Madrid desde la partida de Luis Figo.

El portugués jugó en la 'Casa Blanca' hasta mediados de 2005 y partir de ese momento los jugadores que han llevado ese número no han brillado, es más, podríamos decir que algunos han fracasado.

Robinho (2005-2008)
Tras la partida de Figo, llegó Robinho. Por el brasileño se pagó 30 millones de euros, pero jamás despegó. Nunca deslumbró tal como lo hizo en Santos. Tres temporadas más tarde, fue vendido en 43 millones de euros al Manchester City.

 

Wesley Sneijder (2008-2009)
Era una de las joyas de la cantera del Ajax de Holanda. El Madrid desembolsó 27 millones de euros y en su primera campaña utilizó la '23', número que cambió al '10' luego de la salida de Robinho. Arrancó sufriendo una lesión, tuvo chispazos, pudo seguir pero Florentino Pérez decidió venderlo al Inter de Milán por 16 millones de euros.

 

Lassana Diarra (2009-2010)
Calificado por muchos hinchas del Real Madrid como el peor '10' en la historia del club, el futbolista francés de origen maliense jamás dio la talla. Llegó del humilde Portsmouth por 20 millones de euros y en su primera temporada uso la '39', en su segunda fue que llevó el '10', mientras que en su tercera y última portó la '24' con la llegada de Mesut Özil.

 

Mesut Özil (2010-2013)
Al alemán no se le puede considerar un fracaso, siempre estuvo a la altura del club y dio lo mejor de sí. Sin embargo, con la llegada de Carlo Ancelotti, Mesut tuvo que irse al Arsenal ya que no estaba en los planes del italiano.

 

Podrá James Rodríguez, por quien el Real Madrid pagó 80 millones de euros, romper está maldición y marcar la diferencia. Podrá acaso convertirse en el generador de juego de la 'Casa Blanca' y ponerse el equipo al hombro. Solo el tiempo lo dirá.

 

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