Luchadores de sumo hacen llorar a bebés como parte de extraña tradición
Un singular ritual que se practica desde hace 400 años en Japón, causa mucho revuelo y curiosidad por estas épocas del año. Se trata de un concurso donde los bebés, en manos de los luchadores de sumo, lloran durante la competición llamada Baby-cry Sumo.
Este particular torneo se celebra por la creencia de los padres japoneses de que los luchadores pueden ayudar a que los menores griten y lloren con el deseo de que crezcan con una buena salud.
Se trata de una tradición de más de 400 años está basada en el dicho popular japonés: “Los bebés llorones crecen más rápido”.
Así, los luchadores de sumo compiten con bebés, toman a los pequeños, entran al ring y comienzan a hacer caras y sonidos hasta que los bebés lloran. El primero que lo haga será declarado ganador y en caso de empate el ganador será el que llore más fuerte.
Más de cien niños, entre seis y dieciocho meses, compitieron en Tokio el pasado domingo 21 de septiembre. Es un ritual bastante común en Japón en esta época del año.