5 Agosto 2015

César Luque, el campeón nacional de tenis de mesa que mira a Lima 2019

En Chiclayo, se alzó por segunda vez con el trofeo de campeón.

No clasificar a Toronto 2015 fue un duro golpe en su carrera. Pero lejos de ser la salida una alternativa, pasó la página y el esfuerzo tuvo su premio: coronarse campeón nacional de tenis de mesa por segunda vez. César Antonio Luque ahora buscará su revancha y encontrar el pase a Lima 2019.

Periodista de profesión, Luque se hizo del campeonato nacional de 2015 jugado en Chiclayo, repitiendo así el logro de hace dos años. Lo que le permite ser parte de la selección nacional de tenis de mesa, la cual integra desde el 2012.

"Mi meta es jugar hasta el 2019, en los Panamericanos de Lima. Yo creo que ese va a ser uno de mis últimos torneos, cuando ya tenga apróximadamente 30 años", dijo César Luque a américadeportes.pe.

Si bien tiene algunas importantes propuestas en lo personal, su objetivo está enfocado en lo que pueda hacer con el seleccionado. Aunque, como ocurre con otros deportes, el poco apoyo por parte del Estado se presenta como uno de los principales obstáculos.

"El apoyo privado cada uno se lo busca. Es difícil pero no imposible. Yo creo que el apoyo debería ser por parte del Estado. Que el IPD tenga un mayor presupuesto y lo destine a otras Federaciones, no solo a la de Vóley o la de Fútbol", apuntó.

Primero en el ránking nacional, ahora buscará sumar puntos y experiencia en torneos internacionales con Perú. El primero que aparece en el calendario es el Sudamericano, para luego continuar con dos fechas del Circuito Mundial.

Con miras a seguir creciendo y apuntando a los Panamericanos de Lima 2019, César Luque reconoce que el nivel de Perú aún está escalones abajo.

"A Argentina y Chile, que son potencias en Sudamérica, no les fue bien en los Panamericanos. Es un torneo bastante complicado. Canadá y Estados Unidos son los favoritos, pero estamos hablando de jugadores que solo se dedican a esto. Acá en el Perú es un poco difícil", acotó.

Difícil pero no imposible. Eso lo tiene claro Luque, que se entrena en la Videna a doble horario, a la vez que reparte su tiempo con otras actividades que le permiten solventar su carrera deportiva.

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