Guardiola explicó por qué le gritó y Kimmich contó qué sintió
El Bayern Munich de Pep Guardiola empató a domicilio sin goles con su perseguidor más cercano en la Bundesliga, el Borussia Dortmund, mantiene su ventaja de cinco puntos y queda con todas las cartas en la mano para obtener el título a nueve jornadas del final.
Lo que llamó la atención fue la escena al final del partido cuando Pep se volvió loco con el joven Joschua Kimmich por sus errores. Lo tomó al centro del campo para recriminarlo y hacerle ver que no puede fallar. Guardiola se tomó esta licencia por la confianza y cariño que le tiene a este jugador.
Guardiola fue consultado por lo ocurrido y señaló que se trató más de un aleccionamiento futbolístico que de un recriminación, que sin embargo no negó.
“Lo tiene todo para conseguirlo todo (…) (Joshua) es un súper, súper, súper, súper jugador. Quiero a este chico. Me gusta trabajar con jugadores que aprenden y que siempre quieren dar más. Él tiene ese deseo y esa pasión. Lo tiene absolutamente todo. Mi enhorabuena al Bayern y a Michael Reschke (‘scout’ en jefe) por este fichaje. (Kimmich) reúne todas las condiciones para conseguirlo todo”, indicó.
Fichado del Leipzig en 2015, el propio Kimmich quitó importancia a la vehemencia empleada por Guardiola: “No es nada extraordinario. Corrige mucho, quiere que demos el máximo. Tras el partido me dijo un par de cosas que yo tendría que haber hecho mejor”, manifestó el futbolista.