Operación Carbonero

Desde Trujillo, el decomiso de droga más grande de los últimos años, las 7 toneladas de cocaína de la más alta pureza, escondidas en bloques de carbón. ¿Cómo funcionaba la empresa fachada detrás de la que operaba una red internacional vinculada al peligroso cartel de Sinaloa y cuáles eran sus inesperadas redes?

Con la ayuda de un montacarga, agentes de la División de Investigaciones Especiales de la Dirandro empiezan a movilizar 160 costales, en cuyo interior, camuflados en bloques de carbón de piedra, están casi siete toneladas de clorhidrato de cocaína de alta pureza. 

Con una navaja, los policías antinarcóticos empiezan a cortar las bolsas 
especiales y, en cuestión de segundos, lo que para la mafia era “oro negro 
seguro”, cae al piso cual derrumbe de rocas. 

Este es el mayor decomiso de cocaína de la historia policial del Perú. Es la 
“Operación Carbonero”, un certero golpe de la Dirandro al narcotráfico que tuvo sus frutos de éxito justo en la semana en que se celebra el Día de la Policía.

Narcotraficantes, aparentemente ligados al cártel mexicano de Sinaloa hacían un forado a las piedras, ocultaban los paquetes de cocaína dentro de ellas y, luego, las cubrían con carbón diluido. Esperaban a más tardar dos meses a que se secaran para, así, finalmente, exportar por mar toda la droga disfrazada de mineral desde el Perú hacia el mercado negro de Bélgica y España.

Por ahora, lo más INDIGNANTE para los agentes de la Dirandro es saber que el narcotráfico, con el que se enfrenta día a día, busca enquistarse en la política con miras a las próximas elecciones municipales y regionales.

Etiquetas:narcotrafico

Notas relacionadas

INFORMACIÓN AL USUARIO

  • Reglamento Interno de Seguridad y Salud en el trabajo
  • Políticas de seguridad y salud en el trabajo
  • Políticas de Privacidad
  • Términos & Condiciones
  • Código de Ética
  • Línea Ética
  • Contácto
  • libro-reclamaciones
América