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Thunderbolts ya se estrenó y está sacudiendo al UCM, pero más allá de su trama central, lo que realmente está dando de qué hablar son sus dos escenas post-créditos. Como es tradición en Marvel, estas escenas no solo sirven como epílogo, sino que también dejan pistas fundamentales sobre lo que se viene en las siguientes fases del universo. Si eres fan de Marvel sabes que no puedes pararte hasta que se apague la última luz.
La primera escena post-créditos tiene un tono cómico. En ella vemos al Guardián Rojo, ahora convertido en figura pública, recorriendo un supermercado cualquiera cuando descubre que su cara aparece impresa en una caja de cereales. Orgulloso y emocionado, trata de llamar la atención de los demás compradores, pero el momento termina siendo mucho menos glorioso de lo que esperaba. Una escena que juega con el ego, la fama y la realidad, y que deja claro que la vida post-batallas también tiene sus ironías.

La segunda escena, en cambio, es de esas que te hacen agarrarte del asiento. Está ambientada catorce meses después del final de la película en la nueva base de operaciones del equipo y ellos siendo Los Nuevos Vengadores, lo cual les esta genrando problemas con Los Vengadores originales. En medio de una conversación cotidiana entre Yelena Belova y Bucky Barnes, una alerta interdimensional interrumpe todo. El momento es breve, pero explosivo: una nave está ingresando al universo principal y en su estructura se ve claramente un número gigante: el 4. Así es, ¡los Cuatro Fantásticos acaban de entrar oficialmente al Universo de Marvel!
Estas dos escenas son el broche de oro perfecto para una película que ya marcó un antes y un después, no solo por el equipo poco convencional de antihéroes, sino porque dejan claro que Marvel está preparando algo enorme para las próximas fases. ¡Corre a verla y no te levantes hasta que se apague la última luz!