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El actor australiano Jacob Elordi, conocido por su papel en The Kissing Booth y Saltburn, reveló que estuvo a punto de renunciar a la actuación debido al impacto negativo de la fama repentina en su salud mental. La presión mediática y la pérdida de privacidad lo llevaron a cuestionar su carrera. Sin embargo, un mensaje inesperado lo hizo reconsiderar su decisión y continuar en la industria.
Tras el éxito de The Kissing Booth, Elordi experimentó un aumento drástico en su popularidad, lo que lo hizo sentir "a la venta" y desconectado de sí mismo. La constante atención de los medios y la falta de control sobre su vida personal lo afectaron profundamente. En una entrevista con GQ, confesó que se sentía agotado y temía perder su autenticidad.
En medio de esta crisis, Elordi recibió un mensaje de un fan que le agradecía por su trabajo y le expresaba cómo sus actuaciones habían impactado positivamente en su vida. Este gesto lo conmovió profundamente y le recordó el propósito detrás de su carrera. El actor decidió entonces seguir adelante, enfocándose en proyectos que le permitieran crecer y expresarse genuinamente.
Desde entonces, Elordi ha participado en producciones como Euphoria, donde interpreta a Nate Jacobs, y en películas como Priscilla y Saltburn. Su experiencia personal lo ha llevado a valorar la autenticidad y a buscar roles que resuenen con su esencia. El mensaje de aquel fan no solo lo salvó de abandonar la actuación, sino que también lo inspiró a encontrar un nuevo sentido en su carrera.