Aprendemos Juntos 2030: cómo la música y el arte es clave para el desarrollo infantil

Cuando un niño aprende a tocar un instrumento o participa en un coro, algo poderoso ocurre en su cerebro: se estimula su lenguaje, su empatía y, sobre todo, su capacidad para socializar. Según Cyrulnik, la confianza que los niños adquieren al expresarse a través del arte es el verdadero "tranquilizante" que los hace sentirse seguros en su entorno. Esta seguridad se traduce en mejores relaciones con sus compañeros y, a largo plazo, en un mejor rendimiento académico.

El arte, ya sea el teatro, el cine o la música, también juega un rol fundamental en enseñar a los niños a ver el mundo con otros ojos. Desde muy pequeños, el arte les ofrece la oportunidad de entender y aceptar las diferencias, fomentando la empatía y la convivencia. Además, el deporte es otra pieza clave, que no solo combate el sedentarismo, sino que también ayuda a activar el cerebro, haciéndolo más ágil y preparado para enfrentar desafíos.

Gracias a estas herramientas, los niños no solo aprenden a ser mejores estudiantes, sino también mejores seres humanos, capaces de reflexionar, entender y convivir en un mundo lleno de diversidad. ¡Así es como el arte transforma vidas!

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