Director peruano Frank Pérez Garland admite denuncias de acoso sexual

A través de una publicación en su cuenta de Instagram, el director peruano Frank Pérez Garland, quien ha estado detrás de producciones como Locos de Amor, La Cara del Diablo o Margarita, ha hablado sobre las distintas acusaciones en su contra que lo señalan como un acosador sexual.

"Mi nombre es Frank Pérez Garland, soy director de cine y profesor desde hace casi 20 años. Escribo esto porque tengo que pedir perdón. El día de hoy han aparecido muchas denuncias contra mí y debo confesar que la mayoría son ciertas", inicia el director.

“Por mucho tiempo he seducido de manera intensa, y en algunos casos invasiva, a compañeras de trabajo y alumnas. Cuando lo hacía no era consciente del daño que causaba, así como tampoco del lugar que ocupaba, es decir, de mi situación de poder”.

“Soy un profesional de 45 años y he debido saberlo. No hay ninguna excusa para mi comportamiento y sé que muchas personas que me aprecian ahora deben estar decepcionadas de mí.

Hace algunos meses dejé las redes y paré también los intentos de seducir a otras mujeres. Sin embargo tengo muy claro que el daño ya está hecho y ahora lo único que puedo hacer es aceptar mis errores y pedirle disculpas a todas las mujeres que fueron víctimas de mis acciones. Pido perdón también a mi entorno cercano por estos momentos tan horribles que les estoy haciendo pasar.

$1

No es el único acusado

La cuenta en Instagram de @acosadoresdecineperuanocaera también ha señalado a otras dos personas. El primero fue el cineasta nacional Augusto Tamayo (El Bien Esquivo, Rosa Mística) sobre quien se escribe lo siguiente:

"Hablaba de los cuerpos de ex alumnas suyas por sus fotos de Instagram. Y con alumnas del momento comentaba cosas de su aspecto cuando corregía sus trabajos".

También hay otra denuncia sobre Koko Prado, asistente de dirección:

"Yo era su asistente y empezaba a trabajar en el cine, él me dio la oportunidad de asistirlo. Y el acoso se da con la forma en la que me miraba o tocaba. Por ejemplo, un abrazo que aprieta y me toca la espalda...emitir un sonido. O que te toque la cabeza como muestra de "cariño" o una onda "paternalista". En su momento no quise juzgar (...) pero luego me sentí muy incómoda porque esa wada [sic] no es normal".

La cuenta dice que publican luego de investigar, que le creen a las víctimas y que no revelarán sus fuentes.