Cines quieren bajarle el precio a las entradas de las películas de Warner Bros.

Las medidas anunciadas por parte del estudio para el 2021 no cayó en gracia con las cadenas de cines.

Warner Bros. se la ha jugado y de qué manera. La semana antepasada, el estudio sorprendió informando que estrenaría todas sus películas del 2021 no solo en los cines sino también en el servicio HBO Max, sin costo alguno y el mismo día. Títulos enormes como Godzilla Vs. Kong, Duna, El Escuadrón Suicida, Matrix 4, entre otros, llegaría a ambos formatos, una arriesgada estrategia que mantuvieron en secreto hasta el día del anuncio por miedo a las filtraciones.

 

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Por un lado, el talento involucrado puso el grito en el cielo pues no se les informó de nada, algo que no ocurrió, por ejemplo, con ‘Mujer Maravilla 1984‘, pues Warner incluso compensó económicamente a Gal Gadot y Patty Jenkins para que accedan a estrenar bajo la misma modalidad este 25 de diciembre. Y si directores, productores y actores ya estaban de por sí molestos con la decisión, imagínate los cines.

Gracias a un artículo de The Hollywood Reporter ahora nos enteramos que enormes cadenas de cine como AMC y Cinemark no se quedarían de brazos cruzados ante esta estrategia de distribución y por supuesto, quieren darle una contundente respuesta a Warner. Según la nota, estarían considerando recortar los precios de las entradas a precios tan bajos como $3 a $5, cuya negociación además contemplaría que los cines se queden con un 75% – 80%. Aquello solo significaría que Warner se podría quedar sin mayores ingresos por taquilla. Asimismo, la cadena AMC le echó parcialmente la culpa a Warner de que podría quedarse sin dinero para fines de enero del 2021. 

Sin duda, no hay decisiones fáciles en pandemia pues de alguna manera todos buscan salir a flote con lo que tengan y puedan dadas las circunstancias. Sin embargo, el precario ecosistema de la industria cinematográfica, muy golpeada por largos cierres, el poco aforo permitido tras su reapertura, el miedo a los contagios y demás, es sumamente sensible ante cualquier decisión por parte de los estudios. Sin películas atractivas en las salas, no hay cómo atraer a cinemeros y con pocos asistentes, difícil recuperar el dinero con los estrenos. Un círculo vicioso difícil de romper.

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