5 Octubre 2015

Cerro de Pasco: con el plomo en sangre

Llegaron caminando hasta Lima para hacerse visibles y contar su drama: la contaminación en Cerro de Pasco no da para más. Cuarto Poder viajó hasta el origen de sus problemas. Y lo que encontramos fue impactante

La laguna relavera de Quiulacocha, ubicada en uno de los extremos de la Ciudad de Cerro de Pasco, la otrora capital minera del Perú. Una ciudad que esta semana volvió a la memoria del resto del país debido a una marcha de sacrificio de sus pobladores, exigiendo atención a la grave problemática medioambiental que en estos momentos afronta.

Una situación que es palpable en cada rincón de esta ciudad, una de las más altas del mundo y que tiene como centro neurálgico este impresionante tajo abierto del que se ha extraído plata, plomo, cobre y zinc.

Según las autoridades de Cerro de Pasco, dos mil niños presentan altos índices de plomo en la sangre y no habrían sido atendidos a pesar de que en mayo de 2012 el distrito de Simón Bolívar, el más afectado, fue declarado en emergencia ambiental por este gobierno.

En la movilización que partió el 16 de setiembre de Pasco y llegó a Lima a comienzos de esta semana, participaron niños cuyo pronóstico es reservado. Quizás los casos más dramáticos y emblemáticos de esta problemática. Ahí están David y Araceli, Jason, Sumi y Adelinda.

El impresionante tajo parece fagocitar toda la ciudad. Fue abierto en 1956 por la Cerro de Pasco Cooper Corporation que venía operando desde 1902. En 1974, la estatal Centromin entró a tallar y en 1999 Volcán Compañía Minera inició operaciones.

Según voceros de Volcan, que no quisieron declarar ante cámaras y se limitaron a enviar un comunicado, en setiembre de 2012 las operaciones concluyeron. En la actualidad, aseguran que la operación es mínima y está a cargo de una subsidiaria suya, CerroSac. Sin embargo, y a pesar que no son solo atribuibles al último operador, los pasivos ambientales están por todos lados.

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