En el reciente capítulo de Al fondo hay sitio, una escena cargada de emociones puso en tensión a los seguidores de la serie. Gladys (Kukuli Morante) llegó a casa visiblemente ebria tras salir a beber con Juana (Natali Zegarra), sorprendiendo a Miguel Ignacio, quien no supo cómo reaccionar. Preocupado por su estado y aún con esperanzas de recuperar su amor, él le suplicó otra oportunidad. Pero Gladys fue clara: quiere ser feliz… y sin él.
La inesperada llegada de Gladys a su casa, tambaleando y hablando sin filtros, dejó a Miguel Ignacio (Sergio Galliani) completamente desconcertado. La mujer que ama, había salido con su ex Juana para relajarse, volvió en un estado que no es común verla. Él, preocupado por su bienestar, intentó contenerla, pero ella se mostró desafiante.
Entre risas, lágrimas y frases sin censura, Gladys dejó en claro que está cansada de vivir reprimida. “Déjame ser feliz, por favor”, le dijo con un tono entre burlón y triste.
Miguel Ignacio no pudo evitar conmoverse al ver así a Gladys. A pesar de todo lo que ha pasado entre ellos, sus sentimientos siguen vivos, y al verla vulnerable, decidió dar un paso al frente. “Gladys, yo te amo. Dame otra oportunidad”, le dijo entre suspiros.
Pero la respuesta de ella fue firme. Aunque con la voz quebrada, le pidió que la deje vivir tranquila, sin presiones ni promesas que nunca se cumplieron. Esa negativa podría ser el inicio de un problema legal entre ellos.
Esta escena no solo mostró el dolor de una relación rota, sino también el inicio de lo que podría ser un nuevo camino para Gladys. Su decisión de salir con Juana, divertirse y luego ponerle un alto a Miguel Ignacio indica que quiere reinventarse.