¡Increíble pero cierto! En el último episodio de Al fondo hay sitio, Antonia (Attilia Boschetti) logró lo impensado: poner a bailar huaino a los Gonzáles en plena mansión Maldini.
La madre de Diego, con su carisma e inteligencia, no solo conquistó sus estómagos, también sus corazones. Todo esto sucedió mientras Francesca observaba, incrédula, desde una videollamada. ¿Es esta la traición más inesperada del año?
Luego de que los Gonzáles invadieran la mansión para apoyar la venganza de Francesca contra Diego y su madre, Antonia sorprendió con una jugada maestra: los invitó a comer. En un instante, el ambiente tenso se transformó en uno familiar, con sabores que les recordaron sus raíces.
Francesca, que los espiaba desde una videollamada, no podía creer lo que veía. “¡Es un truco!”, gritó indignada. Pero ya era tarde: los Gonzáles estaban comiendo, riendo y disfrutando. Su lealtad a la 'Madame' quedó en pausa frente a los encantos culinarios de Antonia.
Lo que empezó como una reunión incómoda terminó en una escena digna de película. Antonia, lejos de mostrarse como la “villana” que Francesca temía, fue cálida, amable y hasta divertida. En un momento espontáneo, puso música y comenzó a zapatear huaino.
Y lo mejor vino después: ¡los Gonzáles la siguieron! Gaspar, Koky y hasta Jimmy terminaron dando pasos al ritmo andino. Las risas estallaron en la sala y, por unos minutos, se olvidaron de los conflictos, dando paso a una fiesta inesperada que descolocó por completo a Francesca.
Desde su videollamada, Francesca no solo vio a sus antiguos aliados disfrutar de la comida de Antonia, también presenció cómo se integraban emocionalmente a ella.
El punto de quiebre fue el baile: verlos riendo y abrazados con su enemiga fue demasiado.