En el reciente episodio de Al fondo hay sitio, Francisco (Mathias Spitzer) demostró que está dispuesto a todo por July (Guadalupe Farfán). Después de recibir unos mensajes misteriosos con retos insólitos, el galán no dudó en cumplirlos todos: comerse un caldo de cabeza, tragarse un ojo y hasta ponerse de cabeza en pleno policlínico. Aunque todo parecía absurdo, el giro llegó cuando se reveló que el autor de los mensajes era nada menos que el papá de July. ¿El objetivo? Probar su amor. Y Francisco pasó la prueba con honores.
Todo comenzó con una serie de mensajes extraños que llegaron al celular de Francisco, llenos de retos inusuales. Aunque confundido, él aceptó cada desafío con humor, sin saber que detrás de todo estaba Justo, el papá de July.
Justo quiso probar si el amor de Francisco por su hija era verdadero y planeó estas “pruebas de amor” como última decisión antes de regresar a su tierra. Quería irse tranquilo, sabiendo que su hija estaría en buenas manos.
En uno de los momentos más inesperados y graciosos del episodio, Francisco no solo se comió el caldo de cabeza, ¡sino también el ojo! Entre muecas y carcajadas del público, demostró que el amor todo lo puede. Y por si fuera poco, culminó el reto haciendo una pirueta que lo dejó de cabeza.
La escena fue tan cómica como entrañable. Francisco, sin importar el ridículo, estaba feliz.
Finalmente, Justo visitó a su hija en el policlínico para despedirse. Pero antes, vio con sus propios ojos cómo Francisco superaba cada reto con corazón y coraje. Fue entonces que se le acercó y, conmovido, le dijo que ahora ya era parte de la familia.