Juana (Natali Zegarra) cometió el peor error de su vida y terminó en la cárcel. La prima de Olinda no midió las consecuencias de sus actos y fue Félix (Carlos Solano) quien la atrapó robando la mansión de Francesca.
Félix espantó a todos al perder la consciencia en medio de su huelga de hambre. Juana entró en pánico e intentó despertarlo. Al ver que no reaccionaba, Tito aseguró que ya era muy tarde y que había muerto. No obstante, todo se trató de un plan de la prima de Olinda para que le suban el sueldo al wachimán, quien terminó "resucitando".