¿El Perú se está convirtiendo en un narcoestado?

Hablar del narcotráfico hoy en día ya no es solo el VRAEM o el Huallaga. Este es un tipo  de crimen que llega con lujos exorbitantes e incluso salpica a personajes vinculados con el poder y la política.

México es considerado como un narco estado. Un país en donde por cada 100 mil habitantes mueren 130 personas, en donde alcaldes están vinculados directamente con carteles de la droga.

Según expertos, hablar de narco-estado es hablar de un vínculo entre el narcotráfico y poder. El caso Oropeza habría dejado al descubierto este ingrediente. Él fue militante aprista, al igual que su padre. Su empresa Sergerosac tuvo como accionista a Facundo Chinguel, ex presidente de la Comisión de Gracias Presidenciales del gobierno aprista.

Su empresa ha tenido 59 contratos con entidades del estado por más de 200 millones de soles en los últimos 7 años. Según algunos expertos, no es la primera vez que en el Perú se observa un vínculo entre narcotráfico y gobiernos.

En México, carteles de la droga, como el que asesino a 43 estudiantes, tenía nexos directos el alcalde de Iguala. En el Perú, el especialista en narcotráfico y terrorismo Jaime Antezana ha denunciado vínculos de este tipo de redes con el poder.

Los homicidios selectivos a manos de sicarios, también se han generado la preocupación entre la población. Tipo de crimen que se veía desde el terrorismo.

Si bien los expertos en este tema señalan que el Perú aún no ha llegado a niveles como los alcanzados en el país norteamericano, el camino a esto no es muy lejano.

Perú tiene cerca de 49 mil hectáreas de coca y solo el año pasado se incautó 90 toneladas. De acuerdo al presidente de Devida, los narcotraficantes sacan la droga en pequeñas embarcaciones y luego la dejan en mano de organizaciones extranjeras que las distribuyen en Europa y Estados Unidos.