Huecos se multiplican en nuestras pistas

Golpe a golpe, bache a bache, los remesones al volante, son más que un dolor de cabeza. Silenciosamente, cada uno va teniendo graves consecuencias.

Es un problema más profundo de lo pensado más que una piedra en el camino, es el obstáculo que se vive a diario.

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Son inevitables. Convierten las pistas, a simple vista, en casi  un campo de batalla. Transforman avenidas muy transitadas como la Tomás Marzano en zonas minadas por el descuido. En las calles de Breña inevitablemente detienen en tránsito. Hasta en los túneles, en la oscuridad, y sumadas a la velocidad pueden ser un peligro.

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Carlos Villegas, de la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tránsito, es un ciudadano más que día a día ve indignado como el tiempo transcurre y la municipalidades no hacen nada por tapar los huecos. Nos informa que por ley hay un presupuesto designado para poder repararlas.