Seis cosas que necesitas saber sobre finanzas si tienes veinte años

¿Estás al día en los pagos con tus deudas o sencillamente te encuentras ignorando ese estado de cuenta? Unos sabios consejos que te ayudarán mucho.

Descripción gráfica de tu estado financiero actual. (Vía: BuzzFeed)
Descripción gráfica de tu estado financiero actual. (Vía: BuzzFeed)

1. Si te estresas cuando hablas de dinero con tus amigos, no temas en decirlo 

Todos toman sus propias decisiones. Y solo porque los sueldos de tus amigos, con diferentes profesiones a la tuya, sean más altos, no significa que no se lo merezcan. Y mucho menos que sus ambiciones valgan más o menos que las que tú tengas. 
En otras palabras: acepta que los amigos en diferentes industrias ganarán salarios distintos al tuyo y también acepta que sus trabajos también pueden ser estresantes.

2. Tus deudas son primero

Siempre paga tus cuentas, todo lo demás viene después. Cuando te presiones para ahorrar, recuerda que no siempre ganarás la misma cantidad de dinero, pero trabaja duro y sé sensible. El dinero no compra la felicidad, pero de seguro hace las cosas mucho más fácil. 

Por ejemplo, unos costosos lentes de sol se pueden ver lindos en tu rostro, pero al final no tiene sentido comprarlos: los rayarás y perderás de todas formas. Gasta la mayor parte de tu dinero en experiencia, no en cosas. 

3. Revisa tus estados de cuenta al minuto que los recibas

Probablemente procrastines en varios aspectos de tu vida; sin embargo te aconsejamos que no debas hacerlo en este aspecto. Una vez que te llegue el estado de cuenta de la tarjeta de crédito, recibo de servicios, míralos. Si dejas pasar el tiempo, probablemente te encuentres en una deuda más grande de la que empezaste.

4. Si comienzas a ganar más dinero, asegúrate a dónde destinarlo

Cuando consigas un aumento o un trabajo con mejor salario, pueden pasar dos cosas: que comiences a disfrutar tu nueva cuenta bancaria inflada o asegurarte de, al menos, ahorrar un poco del extra que recibes cada mes. Puedes destinarlo a una cuenta de ahorros en el banco, a un fondo para unas vacaciones o quizá algún plan de estudios. 

Pero si tomar un café caro, beber mas tragos en el bar o pedir delivery, es lo que te hace feliz, pues hazlo. Pero date cuenta que es una decisión, no solo un hábito que tienes porque no te detuviste a pensar en qué gastar tu dinero. 

5. No asumas que estás fallando solo porque ves a otras personas ganando

Ver que tus colegas publican lo exitosos que son laboralmente en redes sociales, mientras que tú estás teniendo trabajos de medio tiempo para pagar las cuentas, no te dice nada. Probablemente, las demás personas también están haciendo lo mismo y no te has enterado.  No hay necesidad de entrar en pánico por cómo estás financieramente comparado a los demás.

6. Todo saldrá bien (aunque no lo creas)

La vida durante tus veinte años puede dar giros totalmente impredecibles. De pasar a intentar sobrevivir con una renta carísima y endeudarte con tarjetas de crédito mientras tus amigos comentan sus planes para mejorar su carrera profesional o simplemente viajar, puedes pasar a tener un mejor empleo luego de muchos mal pagados en los que "lo que más valía era la experiencia". 

Las cosas cambian si trabajas duro y cuando eso pase, mejor sé sensible y empieza a pensar en ahorrar para una hipoteca o una pensión que no parecerá nada aburrido cuando en realidad las necesites. Aunque siempre recuerda, no te puedes llevar la plata a la tumba. No lo es todo.

Inspirado en BuzzFeed.

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