Rehenes recuerdan el encierro antes de la operación Chavín de Huántar

Fueron 72 personas que permanecían retenidas por el grupo terrorista MRTA

Rehenes del MRTA. América Noticias

La fiesta en casa del embajador japonés se volvió pesadilla a manos del MRTA: militares, diplomáticos y hasta parientes del entonces presidente Fujimori estaban allí. El alcalde de Miraflores de aquella época, Fernando Andrade se escabulló por uno de los baños y fue el único que logró huir.

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Fueron 72 personas, todos varones, los prisioneros que el MRTA retuvo a fin de negociar sus demandas. “Hacíamos ejercicios, trotes. Nos organizamos en la habitación por grupos para hacer mantenimiento en forma diaria", recordó el coronel en retiro Roberto Fernández

El general Marco Miyashiro no olvida que, cada noche, los emerretistas rastrillaban sus armas para mellar la entereza de los rehenes. Hubo varios intentos de fuga antes del exitoso plan en el que colaboraron los militares y policías cautivos.

"El segundo intento fue por las escaleras que comunicaban al área de servicio, pero estaba lleno de muebles. Incluso, explosivos”, señaló Fernández

Se estableció un régimen de alimentación, pero no hubo cena que llene el vacío del comandante Alberto Heredia durante la noche buena de 1996. Los emerretistas permitían que los rehenes escriban a sus familias; sin embargo, revisaban cada punto y coma al milímetro.

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Hubo que lidiar con los miedos y la nostalgia; pero, además, con la falta de higiene que el hacimiento producía. “Una noche yo soñaba que mi señora esposa me estaba dando un beso y, cuando despierto, veo la cabeza de una rata en mis labios. Eran situaciones que te van tensando”, mencionó Miyashiro.

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