OAS: exdirectivo César Uzeda se reunió con Alan García y Ollanta Humala

Uzeda fue director superintendente internacional de OAS y su nombre salió a la luz en las declaraciones de Léo Pinheiro a los fiscales peruanos

César Uzeda, ex responsable del área internacional de OAS.

Un nuevo nombre ha surgido de las declaraciones de Léo Pinheiro a los fiscales peruanos. Augusto César Uzeda, ex responsable del área internacional de OAS.

Su nombre completo es Augusto César de Ferreira e Uzeda, nacido en Brasil en 1962. En el mundo empresarial de ese país es conocido como César Uzeda, aunque él prefiere que lo llamen ‘Augusto Uzeda’. Por varios años fue el director superintendente internacional de OAS

Esta semana Léo Pinheiro lo mencionó como el anfitrión de una reunión en Sao Paulo, en el 2011, en la que estuvieron Ollanta Humala y Nadine Heredia

Pero Pinheiro dijo que como responsable de los asuntos internacionales de OAS Uzeda podría conocer más. Y, por su paso por el Perú, sus arribos a la capital y sus reuniones con importantes personajes, es posible que sepa mucho. 

Hasta el 2014, cuando estalló el caso Lava Jato en Brasil, Uzeda fue el brazo derecho de Pinheiro para establecer los vínculos políticos y empresariales en los países en los que OAS veía tenía y quería negocios. 

Su nombre, como exdirectivo de OAS, ha dejado huella. En Brasil, figura en los expedientes judiciales que llevaron a prisión al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva. En Chile, estuvo implicado en el escándalo por el uso de un jet privado no declarado por el excandidato presidencial chileno Marco Enríquez-Ominami. Ha estado en varios países en nombre de los intereses de esa constructora. 

Desde el 2007 empezó a venir al Perú para hacer negocios. Llegó y se fue en vuelos comerciales y también en jets privados rentados por OAS

Pese a su importancia, y a la información que podría tener, hasta hoy Uzeda no ha entrado en el circuito de las investigaciones por el caso Lava Jato en el Perú. 

Según su reporte migratorio, en el año 2007 arribó una sola vez; en el 2009, que fue un año importante para OAS en el Perú, vino cuatro veces; tres veces en el 2010; dos más en el 2011; igual, dos en el 2012; y cuatro en el 2013. 

Reunión con Alan García

Hay un viaje que no aparece en este récord migratorio. Fue cuando llegó a Palacio el canciller político del Partido de los Trabajadores de Brasil, el otrora poderoso y hoy preso José Dirceu, acompañado de empresarios como el entonces desconocido en estas tierras Léo Pinheiro, y el brazo derecho de éste, pero más desconocido aún, Augusto César Uzeda. 

Se reunieron con el entonces presidente Alan García el 24 de enero del 2007, un hecho que fue revelado por la Unidad de Investigación del diario El Comercio en agosto del 2015. Hasta hoy la presencia de Uzeda en esa fotografía había pasado inadvertida. La agenda presidencial sólo indica que aquel día García tuvo una “reunión con grupo de empresarios brasileños”.

Ese año volvió al país en junio. Tal vez OAS ya estaba interesado en el tema energético, pues el 9 de noviembre del 2006, a cuatro meses de iniciado el gobierno aprista, el presidente Alan García había estado en Brasilia y los ministros de Energía de Perú y Brasil habían suscrito un memorándum para crear una comisión mixta permanente en materia energética, geológica y minera. 

Desde entonces, las gestiones oficiales al más alto nivel en ambos países para concretar la anhelada integración energética, o sea, la construcción de mega centrales hidroeléctricas, adquirieron velocidad y se hicieron con mucho ahínco. 

En noviembre del 2007 el Ministerio de Energía y Minas peruano presentó un informe que planteaba la construcción de 15 centrales hidroeléctricas en la cuenca amazónica. La más grande sería Inambari, en Madre de Dios, presupuestada entonces en US$ 4,800 millones.

En el 2008 y el 2009 los ministros de Energía seguían firmando convenios y compromisos de integración energética, y Alan García y Lula da Silva hacían públicos y conjuntos pronunciamientos para impulsar las inversiones bilaterales en ese rubro. 

El mes siguiente, 16 de junio del 2010, llegó el esperado día. Lula y García se fueron a Manaos para firmar el Acuerdo para el suministro de electricidad al Perú y exportación de excedentes a Brasil. 

Hasta ahí todo era oficial. Pero a la par, medios especializados empezaban a informar en Brasil que las primeras cinco hidroeléctricas a construir estarían a cargo de la estatal Electrobrás y de las privadas Odebrecht, Andrade Gutiérrez, Engevix y OAS

Era cierto. Desde diciembre del 2007, dos años y medio antes de la firma del acuerdo entre Lula y García, OAS venía realizando estudios para la construcción hidroeléctrica de Inambari. 

A inicios del 2008 en un local de Puno un grupo de empresas peruanas había constituido la empresa llamada Egasur SAC, con un capital de 10 mil soles, y en agosto del mismo año el gobierno le había entregado la concesión temporal de la central de Inambari. Después de eso entró en escena Valfredo de Assís Ribeiro, o sea, OAS, para asumir el control de Egasur. 

Si Odebrecht ya estaba concretando la, entre comillas, integración binacional por carretera, OAS iba a hacer lo propio con la energía. Cada cual tenía su negocio, y OAS iba a ganar mucho generando energía y vendiéndola durante varios años. 

Pero la entrada de OAS al país había sido ambiciosa. En paralelo a Inambari, había logrado que el Ministerio de Vivienda le otorgue la construcción y concesión del proyecto de derivación de agua desde la laguna de Huascacocha hasta la capital. Era un contrato por veinte años que se firmó en Palacio el 17 de enero del 2009. 

En ese contexto, y con esas dos megaobras como punto de partida, el 5 de marzo del 2009 el presidente García recibió en Palacio a Valfredo de Assís Ribeiro y a sus jefes Léo Pinheiro y Augusto César Uzeda. En la reunión se habló de Inambari y de Huascacocha. Ferreira e Uzeda volvió al país el 3 de junio y luego el 11 de noviembre del 2009. 

Gestión de Luis Castañeda Lossio

El contrato de concesión por treinta años de la vía Línea Amarilla entre OAS y la gestión de Luis Castañeda Lossio se firmó el día siguiente a su llegada, 12 de noviembre del 2009.

Hasta hoy se sabía que para la ocasión estuvieron en la mesa de honor Valfredo de Assís y Léo Piheiro, al lado de Castañeda y de Giselle Zegarra. No se sabía que Uzeda estaba en Lima. Tampoco que se fue un día después de la suscripción del contrato. En poco más de un año, OAS había logrado su tercer negocio de grandes proporciones.

Cuarto Poder pudo conocer que durante el interrogatorio a Pinheiro en Curitiba, el expresidente de OAS dijo que la negociación de ese contrato estuvo a cargo de Valfredo, pero también de Uzeda. Si hubo o no manejos de otro tipo, eso lo puede saber el ex director internacional de OAS

El dominical preguntó al exalcalde Luis Castañeda, a través de su abogado Bryan Khabsther, y a Giselle Zegarra, exgerente de Inversión Privada que firmó el contrato con OAS, si se reunieron con Uzeda, pero hasta el cierre de esta edición ninguno respondió. 

En diciembre del 2009 Uzeda volvió al país, al igual que en el 2010 Uzeda y la plana mayor de OAS siguieron visitando el país.

El 2 de febrero otra vez estuvieron en Palacio, con el presidente García, Pinheiro, Uzeda y Valfredo para hablar de Inambari y de Huascacocha. Inambari tenía problemas porque la población y varias organizaciones ambientalistas se oponían a su ejecución por los enormes daños que podía generar en la Amazonía, pero Huascacocha parecía caminar bien. Así lo dijo García en su mensaje a la nación del 2010. 

Reunión con Nadine Heredia y Ollanta Humala

Un día después de la reunión con García en Palacio, el 3 de febrero del 2010 Pinheiro, Uzeda y Valfredo conversaron con Nadine Heredia en la casa de Valfredo, en San Isidro. 
Fue un almuerzo, como quedó registrado en una anotación hecha por Heredia en una de sus agendas. “Cita con Joa Pinheiro en casa de Valfredo”, dice la frase de Nadine. Ante el final ya cercano del gobierno de García, parece que OAS quería asegurar el futuro de sus inversiones y empezó a apostar por el futuro ganador.

Léo Piheiro también dijo que después en el año 2011 se reunió en Brasil con Nadine Heredia y Ollanta Humala para celebrar la victoria electoral del líder nacionalista. La reunión fue en la vivienda de Augusto César Uzeda. 

El abogado de Ollanta Humala y de Nadine Heredia, Wilfredo Pedraza, señaló a Cuarto Poder que “hubo reuniones con empresarios en el contexto de la campaña del 2011, como lo ha declarado en muchas oportunidades el expresidente Ollanta Humala, y muchas de las cuales fueron, incluso, impulsadas por las propias embajadas”. 

Durante el gobierno de Ollanta Humala, Uzeda arribó a Lima en ocho ocasiones más. Ya es sabido que en ese período a OAS le fue bien en las licitaciones que manejaba el llamado Club de la Construcción. 

En el 2014 el caso Lava Jato y la detención de Piheiro obligó a la empresa a efectuar cambios en su plana directiva, y Uzeda quedó fuera poco después. 

Pero antes de que eso suceda, Uzeda tuvo un paso por Chile que dejó heridos en el camino y que es importante conocer porque también hay indicios que servirían para el caso peruano. 

Durante la campaña del 2013-2014, el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami recorrió varias ciudades rápidamente porque tuvo a su disposición durante más de cuatro meses un jet privado. La nave se la había proporcionado OAS luego de una reunión en Sao Paulo entre Ominami y Uzeda, en el departamento de este último, el mismo en el que Nadine Heredia había agradecido, según Pinheiro, el aporte de OAS a la campaña nacionalista. 

Era el mismo jet, marca Cessna Citation, que OAS rentaba a una empresa brasileña llamada TAP, para los viajes por América del Sur. En una entrevista que Uzeda ofreció en el 2016 al diario La Tercera de Chile, dijo que ese jet fue usado por él para sus vuelos a Argentina, Bolivia, Uruguay y Perú. 

En marzo pasado, una fiscalía chilena acusó a Enríquez-Ominami por delito tributario y fraude al fisco por ocultar dicho donativo, y la empresa de aviación ha sido requerida para entregar información sobre los viajes de Brasil a Chile y viceversa, y los tripulantes que viajaron allí. Información similar, para el caso peruano, podría ser reveladora. 

Hay algunas cosas que Pinheiro no conoce, debido a que, a diferencia de Odebrecht, OAS descentralizaba el manejo de sus asuntos al responsable internacional y al jefe en cada país. 

El abogado de Leo Pinheiro, Fernando Silva, indicó a Cuarto Poder que el esquema de la empresa daba independencia a las superintendencias de cada país donde operaba la constructora brasileña. 

Interrogar a Uzeda para conocer detalles sobre las reuniones, los acuerdos y las negociaciones que él lideró, como Inambari, Huascacocha, Línea Amarilla o las obras del Club de la Construcción, podría iluminar las zonas que no necesariamente conoce Pinheiro.

Es un nuevo personaje que sin duda sabe y mucho. Un elemento que ante las preguntas adecuadas podría significar grandes revelaciones.

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